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Reportaje:CONSUMO

El timo inmobiliario

Numerosas oficinas dedicadas a la búsqueda de piso cobran por servicios que no cumplen

'Me puede informar sobre un piso que alquilan en Goya?'. 'Apúntate mi dirección: Raimundo Fernández Villaverde 5-1ºC', ordena una voz femenina, '¿cómo te llamas?'. 'Mª Ángeles, pero quiero información sobre un piso que anuncian en el periódico'. 'No damos información telefónica. Tienes que pasarte por aquí. ¿A qué hora vienes?', insiste la chica. 'En una media hora...'. 'Te espero, si no puedes venir, me llamas'.

Quien así responde al teléfono es una de las persuasivas señoritas de una central de anuncios, unas empresas que a cambio de una cantidad, que en Madrid oscila entre las 25.000 y las 48.000 pesetas, durante seis meses te proporcionan teléfonos de propietarios de pisos en alquiler o en venta. No son agencias inmobiliarias y en la entrada de sus oficinas no figura cartel alguno. Miles de estudiantes e inmigrantes que buscan piso en estos días en las grandes ciudades son víctimas propicias del abuso de algunas de estas centrales. Pero a cualquiera puede pasarle. María Ángeles García Díaz, una asturiana de 49 años, nada más llegar a Madrid el pasado agosto, buscando un piso de alquiler se topó con ellas. 'Me han timado 28.000 pesetas', se queja.

En Cataluña, la Generalitat publicará el nombre de las 'centrales' que reincidan en sanción por falta grave

La estrategia no es nueva pero, al menos en Madrid, no ha perdido su eficacia. La poca oferta de pisos en alquiler y el alto precio que alcanzan en el mercado convierte la búsqueda de vivienda en poco menos que una pesadilla. Y la precariedad estimula la picaresca. Entre 2000 y 2001, el Ayuntamiento ha recogido 42 reclamaciones a cinco de estas sociedades, de personas que no encontraron una vivienda con ellas y además perdieron su dinero. Quieren remitir un estudio del tema al Tribunal Superior de Madrid para que determine si hay o no indicios de estafa. 'Hacen creer que la información la dan en exclusiva pero no es cierto, la mayoría de los pisos están ya alquilados. La sacan de periódicos. Te dan algo que puedes obtener sin pagar', explican fuentes de la Dirección de servicio de consumo del Ayuntamiento.

Detrás de cada uno de los teléfonos de los nueve anuncios de pisos del Segunda Mano a los que llamó Mª Ángeles estaba una de estas centrales. En una de ellas mucha gente esperaba, la mayoría inmigrantes y estudiantes. 'Todo era bastante raro. Había gente que daba voces en una de las habitaciones. Ahora supongo que protestaban', recuerda. Una de las tres chicas que atendía, con 'una labia fuera de lo corriente' comenzó la perorata: 'Somos una central de anuncios que recoge la oferta de pisos de Madrid y provincia. No somos inmobiliaria, no cobramos comisión, sólo tienes que firmar este contrato y pagar 28.000 pesetas y te daremos información directa de los propietarios de los pisos durante seis meses'. No le permitió llevarse el contrato, así que Mª Ángeles lo dejó correr.

Pronto comprobaría que hay multitud de franquicias de estas empresas por todo Madrid bajo el nombre de Home Info. Sus locales son siempre precarios: pisos casi vacíos con un mostrador, un ordenador, un teléfono y unas sillas. Mudarse no ha de ser difícil. Su personal: mujeres jóvenes, inquisitivas y extremadamente firmes y seguras, con la lección bien aprendida. La de Raimundo Fernández de Villaverde figura en el registro mercantil como Publicidad Alquiven S. L., dedicada a servicios de publicidad y relaciones públicas; y Consult House S. L., en la Avenida de América, 28 como constructora. En la calle Jorge Juan opera bajo el eufemístico nombre de Centro de Información de Alquileres de Madrid (Playcasa, en su tarjeta de visita) una central que no figura en el registro mercantil. Ofrece el mismo servicio por 48.000 pesetas. Pensando que era un particular, Mª Ángeles llegó a la dirección que le dio un contestador de teléfono de otro anuncio. Era otra central. 'En Madrid todo funciona así', sentenció la chica que le atendió, 'sin nuestra ayuda nunca alquilarás un piso'. Y Mª Ángles claudicó. No tardó en darse cuenta de que haber pagado 28.000 pesetas de poco le iba a servir. 'Me dieron una relación de pisos. No fui muy exigente con la zona. Quería un piso con tres habitaciones de unas 140.000 pesetas. Cuál fue mi sorpresa cuando llamé al primer número y el piso estaba ya alquilado. Llamé al segundo y lo mismo. Llamé al tercero y también. En dos días supe que me habían timado. He encontrado mucha gente a la que le ha pasado lo mismo. Y la justicia no hace nada'.

Más sorprendida quedó cuando los propietarios de los pisos le dijeron que no tenían nada que ver con Home Info y que Mª Ángeles no era la única que llamaba preguntando lo mismo. 'Entre las docenas de llamadas que recibí al anunciar el piso estaba la de Home Info, pero yo no tengo nada que ver con ellos. Esa gente se aprovechó de la información que yo le daba a todo el mundo para venderla sin mi autorización', explica indignada Teresa, una propietaria.

La historia de un señor, que prefiere no identificarse, coincide con la de Mª Ángeles. En su caso le dieron un número de teléfono para recabar información de pisos que siempre comunicaba y, cuando consiguió contactar, o estaban alquilados o no eran lo que buscaba. Tanto él como Mª Ángeles han reclamado en el servicio de atención al consumidor del Ayuntamiento de Madrid (Teléfono 915888333)

Contraseña: asterisco

En Cataluña, según Josep Tous, director general de consumo y seguridad industrial de la Generalitat de Cataluña, tienen el mismo problema, pero controlado. En Barcelona operan seis empresas que cobran entre 8.000 y 25.000 pesetas y que desde 1998 han acumulado 70 denuncias. 'Lo que hacen no es delito porque no cobran más de 50.000 pesetas; por la vía judicial es imposible pillarles, pero nosotros podemos sancionarles. Sacan cantidades pequeñas a mucha gente, sobre todo a estudiantes y a inmigrantes que no reclaman. Es un montaje: algunas operan también en Madrid', explica Tous. Las sanciones económicas son 'por publicidad engañosa; ponen un cebo, consiguen que el consumidor contacte con ellos. Las características de los pisos no se corresponden con las del anuncio. El contrato tiene cláusulas abusivas que declinan la responsabilidad sobre la información que dan. Y también sancionamos por mala prestación de servicio: dan direcciones de pisos que están alquilados. Pronto introduciremos una novedad: cuando haya reincidencia en la sanción por falta grave, haremos público el nombre de la empresa. Aunque no todas lo hacen mal, aconsejamos que no se acuda a estas empresas. Se pueden reconocer porque llevan un asterisco al final del anuncio', añade.

En la Comunidad Valenciana estas centrales han recibido 20 reclamaciones. 'Es muy difícil identificarlas: aparecen y desaparecen', explican fuentes de la Generalitat. Ya en 1997, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de esta Comunidad sancionó al Centro de Información de Alquileres con 500.000 pesetas. Las organizaciones de consumidores reciben reclamaciones sobre estas empresas. 'Debemos mantenernos alejados de esta forma de encontrar piso', mantienen OCU y CEACCU.

Arrendamientos: pocos y caros

Dicen que al español le gusta vivir en un piso de su propiedad, pero la realidad es que el mercado de alquiler en España tiene un deficit de 500.000 a 800.000 viviendas en comparación con los países del entorno, según fuentes de Vallehermoso, primer grupo inmobiliario de España. Desde 1971 hasta ahora el parque de viviendas en alquiler ha bajado del 30% al 12% actual. La demanda de pisos en alquiler es muy superior a la oferta. El principal problema para las promotoras de pisos en alquiler es que tributan un 35%, el tope del impuesto de sociedades, lo que los hace poco rentables. Mientras, los fondos de inversión inmobiliaria tributan el mínimo, el 1%. Por parte de inquilinos y propietarios tampoco es ventajoso alquilar un piso: no desgravan a Hacienda. Aunque la ley de 1995 permite cancelar el contrato a los cinco años, el miedo al moroso desalienta a más de uno y con razón. 'La ley está bien hecha e indica la vía de urgencia para el desahucio, pero en la práctica sabes cuándo entras en un juzgado pero no cuando sales', explica Pilar Díaz, de Datadiar.com, un portal jurídico en Internet. En ciudades como Madrid se tarda en desalojar a un moroso entre ocho y nueve meses, pero en Cataluña se ha llegado hasta tres años. 'Si se declara insolvente, el proceso se hace eterno. El propietario opta al final porque se vaya sin reclamarle nada', añade. Si añadimos que no hay incentivos para sacar al mercado la vivienda vacía y que, tal y como están los tipos de interés, es más rentable comprar un piso, el resultado es que pocos se embarcan en la aventura de alquilar. Pero no todo el mundo tiene ahorros para sufragar lo que no cubre el crédito hipotecario, ni todos tienen avales bancarios. Jóvenes, extranjeros y el creciente número de personas con movilidad geográfica son los más afectados por la escasa oferta de alquiler y sus altos precios. Los jóvenes encuentran difícil independizarse y muchos llegan a la treintena en casa de sus padres, lo que incide en los bajos índices de natalidad y en una ralentización del consumo.

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