El chico listo y la estrella blanca
El director español y la actriz australiana intercambian piropos y parabienes tras el estreno de la película
Alejandro Amenábar (Santiago de Chile, 1972) no oculta la satisfacción que le causa ver que su película, Los otros, figura entre las más taquilleras del verano estadounidense varias semanas después de su estreno. 'Creo que es el mejor premio que podría recibir el cine español', reconoce. Vestido con un polo claro, menudo y con cara de chaval, Amenábar se pasea por la Mostra de Venecia con aspecto relajado, perfectamente indiferente al star system, como un tipo seguro de sí y al mismo tiempo sin pretensiones. En la rueda de prensa oficial, celebrada ayer en el Casino del Lido, la prensa internacional sólo tuvo ojos para Nicole Kidman, la estrella indiscutible de Los otros, que se presentó vestida de beige, alta y casi transparente de puro blanca. Pero Amenábar parecía encantado de no ser el objetivo principal de cámaras y preguntas. Con sólo dos largometrajes a las espaldas -Tesis y Abre los ojos- y todavía veinteañero, el director madrileño alcanza en Los otros la categoría técnica y artística de un gran realizador internacional. Amenábar sabe que sin la Kidman las cosas habrían sido más difíciles, por eso sonríe encantado viendo los flashes iluminar una y otra vez el rostro de la actriz australiana que ayer apareció relajada y tranquila, a pesar del reciente y traumático divorcio del marido, el actor Tom Cruise, productor ejecutivo de la película.
'Amenábar es un director enormemente determinado y tenaz, con las ideas muy claras'
Pese al éxito de público en Estados Unidos, Amenábar no acepta que Los otros reciba sin más el calificativo de película comercial. 'Yo creo que estamos en Venecia porque es, ante todo, una película de autor, como las dos anteriores que he hecho. En todas prima una visión, que es la mía, son narraciones personales. Otra cosa es que consigamos un premio'.
Nicole Kidman defiende, más o menos, la misma tesis. 'Yo procuro aceptar únicamente guiones interesantes, en los que se me ofrezca la oportunidad de encarnar un personaje humano de verdad. Como la protagonista de Los otros. He intentado hacer comprender ante todo las razones de ese personaje. Procuro trabajar con grandes directores siempre, el éxito comercial no me preocupa. El hecho de que una película como Eyes wide shut, la película que rodamos con Stanley Kubrick, no fuera demasiado taquillera no significó una decepción para mí. Me encantó hacerla y la considero un filme muy interesante. También es verdad que el éxito de público significa que la gente te empieza a considerar de una forma diferente. Pero mi próximo proyecto no es precisamente una superproducción de Hollywood, sino una película con Lars von Trier'. De Amenábar, la actriz dice que es un director enormemente determinado y tenaz, con las ideas muy claras.
Puestos a intercambiar elogios, Amenábar reconoce que la presencia de la Kidman ilumina de forma radiante su película. 'Es una actriz como la copa de un pino y ni en mis mejores sueños habría podido pensar en una interpretación como la que ha hecho'. En Los otros, Kidman es una mujer de moral estricta, madre de dos hijos pequeños, contenida y neurótica, que vive encerrada con ellos y tres sirvientes en un caserón victoriano en la isla de Jersey. La acción se desarrolla en 1945, recién terminada la II Guerra Mundial. 'En realidad', dijo ayer Amenábar, 'mi idea inicial era rodar en un país latinoamericano, pero los productores me dijeron que la historia, tan contenida y tétrica, encajaba mejor en Inglaterra'. En todo caso, Los otros se rodó durante doce semanas entre Madrid y Santander, aunque las brumas y la oscuridad en las que está inmerso el filme podrían ser perfectamente británicas. Técnicamente, la película, que ha contado con un presupuesto de 20 millones de dólares (unos 3.800 millones de pesetas), sorprende por su perfección. 'El equipo español ha causado muy buena impresión a los americanos, y Nicole en concreto decía que era uno de los mejores equipos con los que había trabajado', explica Amenábar. 'Había un nivel de exigencia máximo porque sabíamos que venía gente de fuera, donde se hace cine con grandes medios y donde no se perdona ni un error. Y los errores fueron mínimos'.
El director elogia especialmente al director de fotografía, Javier Aguirresarobe, equiparado a los mejores por la crítica norteamericana. 'Es que yo creo que Aguirresarobe es uno de los mejores del mundo. Tiene un gusto increíble y supo enseguida reflejar lo que tiene esta historia, que es una historia de penumbras'. Una iluminación ideal para crear la atmósfera de un filme de terror sin ningún añadido ajeno al guión, empezando por los efectos especiales. Amenábar niega una vez más que Los otros esté inspirada en la película El sexto sentido, una historia con niño incorporado también. 'Mi película estaba escrita hace tres años y El sexto sentido se escribió el año pasado. A la hora de encontrar influencias pienso más bien en otros filmes como Al final de la escalera e incluso Matar un ruiseñor'.
La pasión por el cine de suspense no limita los gustos cinematográficos de Alejandro Amenábar, que confiesa su admiración por Ken Loach, uno de sus rivales en esta Mostra de Venecia. Loach, que compite por el León de Oro con una historia de obreros del ferrocarril afectados por las privatizaciones que llevó a cabo el último Gobierno conservador británico, es uno de los pocos que se permite el lujo de rodar las escenas cronológicamente. 'Nosotros lo hemos hecho en la medida de lo posible', dice Amenábar, 'pero no siempre, porque eso es una locura para la producción. Loach lo hace y yo le admiro mucho, pero esta vez', dice sonriendo, 'espero que pierda'.
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