Llega 'Los otros' tras triunfar en EE UU

Alejandro Amenábar parece vivir la dimensión del éxito de Los otros con total naturalidad. Como si fuera algo habitual. 'Qué va, qué va. Ahora estoy tranquilo, pero esto no pasa todos los días'. Ciertamente, no suele ocurrir que un proyecto original español se adentre en un territorio, el del terror, tradicionalmente en manos anglosajonas, y dé el golpe. Pero esto, después de un mes maratoniano, de triunfar cuatro semanas en EE UU -donde ha recaudado unos 12.000 millones de pesetas- y estar en Venecia, el director ya lo ha asumido.

Y ayer aterrizó con todo el equipo en Madrid, donde la película inicia una larga carrera de estrenos en toda Europa. Acompañado de Nicole Kidman, que le dirigió algunos guiños cómplices mientras él la protegía de cuestiones espinosas; de Fionnula Flanagan, el ama de llaves de ese castillo estremecedor donde discurre Los otros, y de los niños, Alakina Mann y James Bentley. Éste confesó que lo más complicado de la película fue comer la sopa. 'No tuvimos miedo, porque no nos dimos cuenta de que en el fondo era una película de miedo', apuntó la niña. 'Es que no sabían que era una película', rió Amenábar, 'pensaban que era teatro'.

¿Qué más se puede decir de esta película? 'Queda por contar', empezó Amenábar, 'que el estreno en Europa será el final de un largo viaje. Seguramente iré a Australia al estreno, si Nicole quiere. Pero ahora ya lo que quiero es que la gente se olvide de lo que ha oído y visto, de las críticas, de la recaudación... y que vaya a ver la película'.

Una cinta que para este director, que aún no ha cumplido los 30 años -y que siempre ha transitado el cine fronterizo del terror y fantástico (Abre los ojos y Tesis)-, es de la que se siente 'más satisfecho'. 'El sueño que tenemos todos los directores es que la idea inicial y el resultado final sean lo más próximos posible y ese porcentaje se ha cumplido en Los otros. Al principio, la película era un pequeño barco, con una sola localización, pocos personajes... no pensé que iba a crecer tanto. Su destino cambió, pero el espíritu siempre ha sido el mismo'.

Claro, que para el éxito ha contado con la ayuda inestimable de la australiana Nicole Kidman. 'El trabajo de Nicole no lo había esperado ni en el mejor de mis sueños. Su interpretación ha sido sublime. Y nunca, nunca pensé que iba a conocer a Nicole'.

Pues la conoció. Y además ayer iban vestidos casi iguales. Los dos con vaqueros y los dos con camisas azules, la de ella mucho más femenina. Y por una vez en los últimos tiempos a Kidman se la vio con calzado totalmente plano, y, aun así, sigue siendo altísima. Pero la complicidad entre el director y la actriz se expresó también en cuestiones más de fondo.

Nicole Kidman renegó un poco de la etiqueta de actriz hollywoodiense ('ya expliqué que no soy una estrella de Hollywood, que soy una actriz') para inclinar sus preferencias hacia un cine de autor. 'No tengo nada contra Hollywood, pero a lo mejor lo que ahora más me gusta son otro tipo de papeles, de directores menos conocidos que si no ganan tanto dinero como en Hollywood se puedan expresar. Quiero ayudarles y en el futuro seguiré trabajando con gente que tenga talento y algo que decir'.

Cuando habló de la complejidad de su personaje, la actriz dijo que estuvo a punto de rechazar el papel. 'Cuando vine a Madrid acababa de finalizar el rodaje de Moulin Rouge, un musical de amor, y tenía que meterme de pronto en ese personaje. Yo también tengo dos niños y no quería reproducir lo que sentía. Entonces, le dije a Alejandro que no me sentía capaz de hacer el papel'.

Pero, poco a poco, se empezó a sentir en la piel de una madre que educa a sus hijos en una estricta educación católica. 'No quería ser la típica buena mamá, quizá no era una buena madre pero quise que todo el mundo me entendiera: acababa de perder a mi marido y estaba obsesionada por proteger a los niños, siempre he querido dar esa noción de compasión y que no se me odiara'. En ese momento, Amenábar matizó: 'Quede claro que esto que ha contado Nicole se refiere al personaje de su película'. 'Ay, ay, ay...', acompañó sonriendo la actriz, recientemente separada de Tom Cruise. Kidman enumeró los ingredientes que le sedujeron de Los otros. 'Un personaje intenso, una película con una estructura muy clásica, no hay efectos especiales y un filme que no es fácil'.

Y lanzó otra alabanza al trabajo de Amenábar. 'No siempre hemos estado de acuerdo, pero siempre le he tenido un respeto inmenso y hemos colaborado. No creo en esos directores que dicen 'ponte aquí', me gusta el debate, aunque la decisión final es del director. Kubrick me dijo un día: 'No me pongas en un pedestal, lánzame ideas'. Y Alejandro me ha ayudado mucho porque me dio un gran espacio para desempeñar ese papel'.