El Sinn Fein reclama a Londres y Dublín detalles sobre el plan de desmilitarización

La acción se produce en un momento decisivo para los partidos norirlandeses, que tienen de plazo hasta el lunes para estudiar el contenido del último plan de paz anglo-irlandés. Adams señaló que el texto carece de información concreta sobre cuestiones como la fecha del comienzo del nuevo programa de desmilitarización. Y apuntó que la reforma de la policía no da garantías suficientes a los católicos norirlandeses para enrolarse en un cuerpo donde más del 90% de sus miembros es protestante.

Aunque aún no reivindicado por ninguna organización, el atentado de Londres lleva la marca del IRA Auténtico, el grupúsculo escindido del IRA a raíz de su aparente apoyo al proceso de paz. Su acción más sangrienta, que provocó la muerte de 28 personas (entre ellas, dos españoles) en agosto de 1998 en Omagh, a punto estuvo de repetirse en una calle céntrica del oeste de la capital británica. 'Es un acto calculado por terroristas viles y determinados a mutilar y matar. Sólo la fortuna ha evitado un asesinato en masa', dijo ayer Alan Fry, responsable antiterrorista de Scotland Yard.

Como en Omagh, se recibió en Londres una llamada de advertencia con indicaciones falsas o, al menos, confusas sobre la ubicación de la bomba, 27 minutos antes de su detonación, mientras la calle estaba abarrotada de madres con niños y cientos de jóvenes tomaban copas en los pubs o caminaban hacia las discotecas del barrio de Ealing Broadway. En esta ocasión, la detonación del coche, cargado con unos 40 kilogramos de explosivos caseros, causó 11 heridos, un par de ellos de gravedad, daños materiales sustanciales y el colapso de las comunicaciones durante cerca de 24 horas.

La policía busca a un individuo de unos 30 años, rubio, con un suave acento de Irlanda del Norte, que adquirió el vehículo siniestrado, un Saab 9000, por 425 libras. La transacción se ejecutó en metálico, sin regatear, el pasado 30 de julio. La fecha del atentado delata otra marca del IRA Auténtico. Sus acciones coinciden con momentos decisivos del proceso de paz, que pretende destruir en tanto que, a su entender, legimitiza la división política de la isla de Irlanda. La organización colocó un coche bomba en el aeropuerto internacional de Belfast, que no llegó a estallar, en vísperas de la publicación de las últimas propuestas de los Gobiernos de Londres y Dublín para aplicar los puntos pendientes del acuerdo político. 'El Sinn Fein se opone a estas acciones y pide a sus autores que paren. Un republicano auténtico estaría enfrascado en intentar construir sobre las oportunidades de paz y justicia que forman parte de este proceso', dijo Adams.