Los productores de aceite de orujo cifran las pérdidas en 5.000 millones

La Asociación Nacional de Extractores de Orujo (AENO), que aglutina a un sector fundamentalmente asentado en Andalucía, se reunió ayer en Jaén para analizar los efectos de la crisis que se desató el pasado día 3 de julio cuando el Ministerio de Sanidad decretó la inmovilización del orujo y la retirada del consumo por la aparición de benzopireno en algunas partidas.

Los depósitos de las fábricas tienen almacenadas en estos momentos 30.000 toneladas de orujo crudo que no tienen aún salida al mercado. El Gobierno ya ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la regulación de límites de benzopireno en el aceite de orujo, pero lo que temen los productores es que aunque el producto pueda salir ya al mercado se encuentre sin consumidores que lo adquieran. 'El consumo saldrá penalizado de esta crisis', subrayó ayer Fernando Muñoz, presidente de AENO.

Con el objetivo de que las empresas que tienen orujo almacenado puedan seguir abiertas, la asociación ha reclamado al Gobierno algún tipo de ayuda al almacenamiento, un mecanismo que existe en el caso del aceite de oliva a través de la OCM. De esta forma quieren que no sufran desde el punto de vista financiero las empresas que están afectadas.

El aceite de orujo que tenga menos de dos microgramos por kilo podrá salir a la venta de nuevo en los primeros días de agosto. Las refinerías en las que se trabaja con este producto aseguran tener disponible la tecnología para eliminar el benzopireno del orujo, cumplir la normativa que se ha establecido y empezar a distribuir de nuevo.

Campañas

La asociación reclama también la realización de campañas para que el consumidor recupere confianza. A partir de ahora, aseguró Muñoz, los productores van a empezar a exigir un trato especial para un sector que forma parte de la cadena que se inicia con la elaboración del aceite de oliva. En primer lugar destacarán que es 'el segundo mejor aceite del mundo', por detrás del de oliva, y después reclamarán un conjunto de ayudas específicas que ya se negociaron con el Gobierno, pero que quedaron paralizadas antes de aplicarse a consecuencia de la crisis. En el programa que se pretende recuperar se pensó en incluir subvenciones de la UE.

La extractoras también informaron ayer del acuerdo alcanzado con las almazaras de aceite de oliva para que en la próxima campaña se retire el alpeorujo, el elemento que queda tras la transformación de la aceituna en aceite y que configura la base del aceite de orujo. Representantes de ambas organizaciones comparecieron ayer junto al delegado del Gobierno andaluz en Jaén, Francisco Reyes, y la delegada de Medio Ambiente, Mercedes Fernández, que ofrecieron la colaboración de la Junta.

Reyes felicitó el acuerdo verbal al que han llegado los dos sectores para evitar un conflicto medioambiental si en la próxima campaña las extractoras de orujo decidiesen no trabajar. Por eso aseguró que han sido 'más diligentes' que el propio Gobierno, que ha tardado casi un mes en establecer una normativa que los productores critican abiertamente por afectar a un solo producto y un solo país de la Unión Europea.