España baja al décimo puesto de la UE en el Índice de Desigualdad

Aunque España ha empeorado en el Índice de Desigualdad, sigue siendo el 21º país en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Un puesto, entre Israel e Italia, que mantiene desde 1997: en 1996 era el 11º. El IDH utiliza indicadores como esperanza de vida, alfabetización, escolarización, o ingreso por persona (por debajo de la media de la UE). El IDH lo encabezan Noruega y Australia; en la cola, 28 países africanos.

Hay pequeños progresos en el IDH español: es 0,908, y el año pasado era 0,899. El PIB per capita es de 18,79 dólares, y era 16,21. La esperanza de vida al nacer llega a los 78,3 años, cuando el último informe la cifraba en 78,1. La tasa actual de alfabetización de adultos es 97,6%, y antes era 97,4. En matriculación en la enseñanza se llega al 95%, y al dato anterior era 94%. En lo que España ni mejora ni empeora es justamente en la relación eentre el PIB per capita del 20% más rico y el 20% más pobre, que se mantiene en 5,4.

En el Indice de Adelanto Tecnológico, que el informe del PNUD facilita por vez priomera, España es el puesto 19, en cabeza de los 'líderes potenciales', la segunda división mundial. España destina a investigación un 0,9% del PIB, y la media europea es del 2%. Un aspecto negativo es la Ayuda Oficial al Desarrollo. 'Un 0,23% del PIB es baja', dice Carmelo Angulo, del PNUD, que presentó el informe en Madrid. 'Equivale a que cada español da al año 7.000 pesetas. Y no se destina a los países más pobres'

Estos son otros aspectos tratados por el informe.

- Patentes científicas. Los 29 países más desarrollados (un 14% de la población mundial) invirtieron en 1998 en investigación y desarrollo unos 10 billones de pesetas, más que toda la producción económica de los 30 países más pobres.

- Propuestas del PNUD. El informe propone para combatir el subdesarrollo alternativas tecnológicas como la investigación en vacunas contra la malaria o sida; la disponibilidad para los países pobres de ordenadores baratos (un ordenador siempre cuesta más que la renta del 80% de las familias del mundo pobre); y, en lo energético, células de combustible, basadas en hidrógeno y limpias, así como de energía solar para calentamiento y electricidad.

- Inversión pública. El PNUD insiste en la necesidad de la financiación pública contra la 'brecha tecnológica' que hoy se perpetúa entre el mundo rico y el pobre. 'No podemos depender sólo del sector privado', dice Sakiko Fukuda-Parr, autora del informe. 'El 60% de la investigación mundial está en manos privadas', dice Angulo. 'Pero los Gobiernos pueden invertir tan positivamente como Malaisia, con un 52% de exportaciones de alta tecnología, o Costa Rica, con un 44, mientras España está en un 13%'.