El tráfico ilegal de obras de arte afecta a la valija diplomática
El tráfico internacional del arte mueve mundialmente al año cerca de 3.000 millones de dólares, según la Unesco. Una parte importante de esta cantidad corresponde a la venta ilegal de piezas robadas que, en ocasiones, acaban comprando los museos. El ICOM aboga por la unificación de las leyes internacionales como una de las fórmulas para frenar el saqueo de obras en todo el mundo. Otra es la coordinación de las acciones entre los organismos policiales, las aduanas y los museos y, añade Jacques Perot, presidente del ICOM, 'un mayor control de la valija diplomática que en algunos casos permite exportar de forma ilícita objetos culturales'.
La República Checa, desde la caída del régimen comunista, ha perdido entre 30.000 y 40.000 obras de arte. Hoy es imposible localizar en Malí el origen de la sociedad mercantil que surgió en el país hace un millar de años porque la mitad de los sitios antiguos fueron saqueados. Mientras, el Museo del Louvre, de París, expone desde abril de 2000 tres esculturas de la civilización nok provenientes de yacimientos expoliados en Nigeria. La Unesco calcula que sólo se consigue localizar entre el 5% y el 10% de las obras robadas.
Italia, Francia, Hungría y la República Checa son los países europeos donde mayor número de robos se producen. Los ladrones se hicieron, sólo en Italia, con más de 88.000 objetos pertenecientes a instituciones religiosas en las dos últimas décadas. Fuera del continente europeo la situación es más preocupante. Malí, Camboya, China, Pakistán o América Latina pierden en la expoliación de yacimientos arqueológicos gran parte de su riqueza cultural. ICOM publica la serie Cien objetos desaparecidos (consultable en www.icom.org), donde aparece un listado con los principales objetos desaparecidos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.