El sector taurino exige compensaciones por no comercializar carne de toro

Pase lo que pase, se decida lo que se decida, Pamplona se perderá este año su tradicional estofado de toro de San Fermín. De hecho, los estamentos taurinos se han dado de plazo hasta el próximo día 16, fecha en la que volverán a reunirse, para analizar si procede tomar medidas (huelga o suspensión de festejos) en caso de que la reciente orden del Ministerio de Sanidad y Consumo sobre la prohibición de comercializar carne de lidia siga su curso. San Fermín acaba el día 14.

La orden ministerial no permite la venta de carne independientemente del resultado del test priónico para detectar la enfermedad de las vacas locas. "No nos dejan opción de ningún tipo", comenta Eduardo Martín Peñato, ganadero y portavoz de todas las organizaciones que tienen que ver con el mundo del toro, desde empresarios a subalternos pasando por matadores y, claro está, ganaderos de toros de lidia.

Compensación

Supuestamente, y hasta que el Ministerio de Sanidad publicara la orden con la prohibición, el 1 de julio los propietarios de reses bravas dejaban de recibir la compensación ("aproximadamente de 330 pesetas por cada kilo de carne", dice Martín Peñato) por la carne que dejaban de vender y enviaban directamente al horno crematorio. Ese día, la obligatoriedad de la prueba para detectar la encefalopatía bovina espongiforme se encargaría de determinar qué carne es apta para el consumo.

"De repente", explica el ganadero, "nos dicen que da igual que hagamos o no el test. Sanidad nos viene a decir que en cualquier caso, positivo o no, la carne de toro de lidia no entra en el mercado. Además, claro está, sin que se nos pague un solo duro", añade.

Ante semejante argumentación, los taurinos han solicitado reunirse con los ministerios de la Presidencia; Agricultura, Pesca y Alimentación; Sanidad y Consumo y del Interior. "Esperamos que alguien entre en razón y una de dos: o se hace el test priónico y ya está o, y eso es lo que queremos la mayoría, se vuelve a la situación de los últimos meses. Es decir, incineramos, pero se nos compensa por las pérdidas", afirma Eduardo Martín Peñato de corrido.

Plazas menores

¿Y si no? "De lo contrario, veremos el próximo día 16. Pero, ya adelanto que los festejos que se celebran en plazas de tercera categoría, la mayor parte, deberán ser suspendidos. Calculamos que el beneficio de estas celebraciones depende en un 50% de la venta de la carne. Si se corta por decreto esa fuente de ingreso. ¿Qué se puede hacer? Todo esto sin entrar a analizar la cantidad de puestos de trabajo que mueven a su alrededor los festejos que dejarían de celebrarse", argumenta el ganadero. ¿Está hablando de huelga? "No, no es tanto eso como cierre de negocio por no viable, no rentable". Las contestaciones son del portavoz de los estamentos taurinos.

Las cuentas que presentan los taurinos recogen unas pérdidas de 2.000 millones de pesetas, desde ahora hasta el final de la temporada, por no vender la carne. "A esto", continúa Martín Peñato, "hay que sumar entre 1.500 y 2.000 millones en gastos de transporte e incineración de los astados. Téngase en cuenta que por seis canales de toros bravos se llega a pagar 600.000 pesetas. Eso es lo que se pierde por cada corrida no vendida".

El día 16 se termina el plazo. Un plazo que deja fuera a San Fermín y su estofado de toro.