Las cinco mujeres que han ganado el pleito de El Palmar exigen su entrada efectiva en la comunidad de pescadores
Un nuevo episodio sobre el contencioso que mantienen cinco mujeres y la Comunidad de Pescadores de El Palmar se verá mañana. Tras tres sentencias a favor de la incorporación de las litigantes a la sociedad privada de pescadores y auto exigiendo a la misma la ejecución de dichas sentencias, las mujeres aún no han sido admitidas. Sin embargo, acudirán mañana, en la sesión de Capítulos -en la que se tramitan las altas y bajas de la Comunidad- a exigir su admisión.
A pesar de que las tres sentencias han sido favorables a las mujeres, los términos de las mismas han sido entendidos por las partes de forma bien distinta. La defensa de las mujeres entiende que los pronunciamientos judiciales, tanto del juzgado de primera instancia número uno de Valencia como de la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo, obligan a la comunidad a incorporar de forma inmediata, sin más dilación, a las cinco mujeres que demandaron a la Comunidad por su negativa a admitirla precisamente por su condición de mujeres.
La defensa de la Comunidad entiende, en cambio, que efectivamente las sentencias recogen el derecho de las mujeres a formar parte de la sociedad. Sin embargo, y acogiéndose al párrafo en el que las sentencias reconocen que ese derecho es el mismo que el de los hombres hijos de pescadores, consideran preceptivo que las mujeres se presenten ante la junta con: el DNI, dos avales que tienen que ser miembros de la Comunidad y ser descendiente directo de pescador.
Callejón sin salida
La defensa de las mujeres, que ejercen los letrados Luis Miguel Romero Villafranca y Mario José Pérez, califican esa exigencia de la Comunidad como 'una burla más de la ley'. El letrado de la Comunidad, en manos del abogado Francesc Davó, cree que las mujeres quieren entrar 'saltándose las normas de una institución que tiene más de 750 años'. Los letrados de las mujeres aseguran incluso que la exigencia de avales es un 'teatro', ya que en realidad quienes entraban en la comunidad iban del brazo de su padre por una cuestión de orgullo'. La defensa de los pescadores se remite a la historia para validar las exigencias de la sociedad, que expulsó a 15 hombres que apoyaron la petición de las cinco mujeres por considerar que arremetieron contra la institución y que veta la entrada a 163 personas -lista pública en el hogar del pescador- por entender que han actuado contra la sociedad.
El proceso se encuentra en un callejón sin salida. La defensa de la Comunidad de Pescadores ha presentado un recurso de amparo al Tribunal Constitucional y ha recurrido el auto del juzgado de primera instancia que exige el cumplimiento de la sentencia. Y, entre tanto, cada una de las partes acude a la figura del notario para que dé fe de lo que mañana ocurra. La defensa de la Comunidad se acompañará del notario de guardia y la defensa de las mujeres de uno particular.
Mientras el contencioso se resuelve y la defensa de los pescadores sostiene que 'no se trata de ningún caso de discriminación a la mujer', las afectadas reiteran su intención de 'llegar hasta el final cueste lo que cueste, ya hemos perdido paz, amistades, confianza y tranquilidad, ya no es lo mismo vivir en el pueblo pero defendemos nuestros derechos y el de nuestras hijas para que por el hecho de ser mujeres no se vean vetadas para pescar en el lago igual que los hombres'.
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