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Zapatero aconseja a Aznar que reconozca que está aislado en Europa y pide un pacto de Estado

El presidente exige a la oposición más coherencia 'entre lo que dice y lo que hace'

El debate parlamentario sobre el Consejo Europeo celebrado el fin de semana pasado en la ciudad de Gotemburgo fue, sin embargo, más bien un diálogo de sordos en el que el Gobierno y el primer partido de la oposición reiteraron los reproches e interpretaciones que se han cruzado durante los dos últimos meses.

Sólo el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se refirió a la situación judicial del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, para tacharle de ministro 'herido' y pedir a José María Aznar que no haga como el dictador Primo de Rivera, que trasladó a un juez para salvar a dos de sus ministros implicados en la quiebra de un banco.

Llamazares consideró que la cumbre de Gotemburgo había tenido más 'luces que sombras', acusó al presidente del Gobierno de haberse convertido en un caballo de Troya de Estados Unidos en el seno de la Unión Europea -'con su actitud de vasallaje y humillaciones', dijo- y le reprochó su 'campaña exterior', que le ha impedido comparecer ante el Parlamento español desde hace un mes.

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Todos los partidos de la oposición, incluida CiU, coincidieron en calificar de equivocada la estrategia de defensa de los fondos regionales de la Unión Europea puesta en marcha por el Ejecutivo. Rodríguez Zapatero se refirió sobre todo a ese tema y tildó a Aznar, aun reconociendo que le asiste la razón de fondo, de 'Casandra que ha enredado e intentando desenredar lo que él mismo había enredado' sin conseguir finalmente más que lo que la propia Comisión ya había expresado hace nueve meses: que la ampliación plantea un problema estadístico sobre el futuro de esos fondos.

El líder del PSOE añadió que los sucesivos tratados de Maastricht, Amsterdam y Niza han complicado la estructura de la UE y advirtió de que el problema de los fondos no tendrá solución mientras no se dote a la Unión Europea de más medios financieros.

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El presidente del Gobierno empezó por afirmar que 'es difícil quedar en una posición más desairada' que la del PSOE porque, dijo, sus previsiones negativas no se han cumplido; continuó señalando que criticar a Maastricht, Amsterdam y Niza 'es descalificar demasiado, es un poco fuerte'; reiteró sus propios reproches a los 'representantes europeos' sin citar nombres; afirmó que han 'añadido dificultades a la ampliación de la UE al descalificar de raíz' el tratado firmado el pasado mes de diciembre, e ironizó sobre los 'descubrimientos' de Rodríguez Zapatero.

'Si no hemos querido plantear que se abra el debate sobre el capítulo financiero', añadió, 'es porque con las perspectivas actuales España percibirá 16 billones de pesetas de la Unión Europea hasta el año 2006, dos billones y medio más de lo que recibió en el sexenio precedente, y no nos conviene que se reabra la discusión sobre ese asunto'.

Propuesta socialista Rodríguez Zapatero afirmó también que las ideas de Aznar sobre el futuro institucional de la UE son tan erráticas e inexistentes que la única aportación al debate español que puede presentar en Bruselas es la propuesta de reforma europea aprobada hace dos semanas por el PSOE.

Aznar reiteró que no se deben hacer propuestas 'para quedar bien', y que más importante que hablar de una Europa federal o confederal es ponerse de acuerdo sobre los avances concretos que se pretenden. Rodríguez Zapatero le reprochó al presidente que desdeñe las propuestas de otros, en lugar de agradecerlas.

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