La mitad de los cerdos son enterrados vivos, según Ipcena

La organización ecologista Institució de Ponent per a la Conservació i l'Estudi de l'Entorn Natural (Ipcena) amenazó ayer con presentar una querella contra el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, si en el plazo de 15 días no corrige el sistema que su departamento está utilizando para enterrar los animales sacrificados por la peste porcina clásica declarada en tres comarcas de Lleida. Los ecologistas consideran que la Administración autonómica incumple la normativa, lo cual puede favorecer la propagación de la enfermedad. Asegura también que la mitad de los cerdos son enterados vivos.

Ipcena denunció ayer que Medio Ambiente está actuando de forma negligente e ilegal en el asunto de la gestión de los cerdos sacrificados porque al no tratarlos como residuos peligrosos crea un riesgo de contaminación de los acuíferos y de propagación de la peste. 'Son residuos que exigen una gestión controlada, y lo que no podemos permitir es que los cadáveres se entierren en una fosa sin adoptar ninguna de las medidas previstas por la legislación vigente', señaló su portavoz, Joan Vázquez.

La entidad conservacionista lamenta que la Generalitat no haya aprendido de los errores cometidos durante la epidemia de 1997, ya que está utilizando los mismos sistemas que entonces. Vázquez dijo que la normativa obliga a incinerar los cerdos sacrificados y que, en el caso de ser enterrados, las fosas deberían estar impermeabilizadas y dotadas de depósitos para la recogida de los líquidos lixiviados con el fin de evitar que puedan ser un foco de contaminación ambiental y de infecciones. Ipcena cree que la Generalitat debería disponer de plantas móviles de incineración que pudieran desplazarse a los lugares de los focos y de esa manera se evitarían los transportes de cadáveres. 'En cuatro años no ha invertido ni un duro en medidas de bioseguridad', añadió Vázquez.

Si la situación actual no mejora, la entidad ecologista no denunciará las supuestas irregularidades ante la fiscalía, como hizo hace cuatro años, sino que presentará una querella contra Medio Ambiente. El portavoz de Ipcena considera que las autoridades están actuando de forma 'irresponsable' e 'improvisando como siempre', ya que en el caso de los cerdos sacrificados están creando 'vertederos incontrolados'.

Ipcena también ha denunciado que el método que se está utilizando para matar a los cerdos supone un maltrato para los animales, ya que aproximadamente la mitad no muere tras recibir el disparo que se les dirige y son enterrados vivos. En este sentido, los ecologistas proponen que las balas sean sustituidas por inyecciones letales para evitar el sufrimiento innecesario de los animales.

Un responsable de Agricultura se defendió ayer de las acusaciones de los ecologistas y, al igual que hizo en el 1997, considera correctos los procedimientos que está siguiendo tanto para el sacrificio de los cerdos como para la eliminación de los cadáveres, ya sea enterrándolos en fosas excavadas junto a las mismas explotaciones o trasladándolos a las plantas incineradoras. 'No hacemos nada que no esté autorizado por la legislación comunitaria, siempre bajo el control de los veterinarios', señaló.