Los socialistas defienden un cambio global de las tres FP
Los fallos de la Formación Profesional no se limitan a la formación reglada y a su ensamblaje con el sistema educativo. Todas las formas de FP -reglada para los adolescentes y jóvenes; ocupacional para los parados, y continua para los empleados- adolece de un problema común: no sirve para lo que, en teoría, está pensada. No sirve para preparar a jóvenes, parados y empleados para lo que las empresas demandan. O, al menos, no sirve en la medida de la ingente factura a la que asciende el dinero dedicado por organismos públicos y semipúblicos a la FP.
Esta semana, el PSOE llevará al Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que defiende una reforma integral de todas las FP. El diputado socialista Ramón Jáuregui expondrá el miércoles al ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, los fallos que el PSOE ve en las tres FP y sus propuestas de solución. Los fallos que este grupo político ve en las tres FP son, en resumen, los siguientes:
- Formación ocupacional
La transferencia de las competencias del Inem a las comunidades autónomas ha 'fracturado' la FP ocupacional: la más importante pues es la que debe reintegrar a los parados en el mercado laboral. No hay 'participación estatal' en la planificación, y falta un 'observatorio nacional' que diga hacia dónde van las profesiones, hacia qué sectores hay que orientar la formación de los parados, o cuáles son las necesidades laborales de la provicia de al lado. Esa fractura, según el PSOE, corre el riesgo de 'romper la unidad de mercado' en lo que a empleos se refiere. También falta 'una mayor presencia de las empresas' en la decisión de qué cursos deben darse.
- Formación continua
La FP continua es la que recibe el empleado para mejorar su productividad. Los sindicatos gestionan un importante volumen de fondos para este fin; las empresas logran sustanciosas rebajas en sus cuotas a la Seguridad Social por la formación teórica que se comprometen a dar a sus aprendices, y la rentabilidad de todo ese dinero público dista mucho de ser óptima. Lo que más falta es control y una visión a largo plazo.
- Formación reglada
La FP quedó, desde su nacimiento, relegada para quienes no podían seguir el ritmo de la enseñanza secundaria y la Universidad. A esta imagen devaluada se une su casi total 'desconexión' con el mundo de la empresa. El PSOE propone que la FP se tranforme en una escuela de oficios para jóvenes -y para parados- en conexión total con las empresas que necesiten empleados y les den formación.
