Los alcaldes de Huelva exigen inmigrantes para plantar la fresa
Amenazan con suspender la campaña si Interior no los regulariza
En la carta, fechada el 20 de mayo, los alcaldes recuerdan a Rajoy que durante la campaña que termina han soportado muchos problemas derivados de que el 50% de los inmigrantes están sin regularizar, y que 'continúa sin darse respuesta a los agricultores que han solicitado permiso de trabajo temporal para inmigrantes sin papeles que están empadronados, disponen de alojamiento digno y cuentan con un precontrato, y a los que los ayuntamientos prestamos todo tipo de servicios sociales y asistenciales'.
La misiva termina con una advertencia: 'Antes de que los agricultores inicien la preparación de tierras para la siembra de la próxima campaña, deseamos que se nos garantice que no continuaremos soportando los problemas que hemos padecido en la presente campaña por falta de temporeros, con el fin de ser objetivos a la hora de informar de la situación y de recomendar a los agricultores si deben o no cultivar fresas para la próxima campaña'.
La amarga llamada ha sido refrendada por los alcaldes de los pueblos freseros de Huelva con inmigración. Hasta el momento no han obtenido respuesta.
La situación ilustra algunas contradicciones originadas por la Ley de Extranjería.
El año pasado los empresarios presentaron las correspondientes ofertas de empleo ante el INEM. Ofrecían cuatro meses de trabajo, a razón de 4.536 pesetas por jornada de ocho horas, más 900 pesetas por cada hora extra y alojamiento por cuenta de la empresa. Tres ejemplos muestran lo que ocurrió: Frutas Ester solicitó 200 jornaleros, se presentaron 50 y sólo se quedó uno; Enrique Maciá pidió 1.000, pero sólo aceptó uno; Huerta Noble reclamó 200 y sólo acudieron dos.
'El INEM no atendió las ofertas presentadas', afirma el alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán. 'Entonces le pedimos al Gobierno que diera permiso de temporal a los irregulares, siempre que tuvieran un contrato y dispusieran de alojamiento. Pero ha pasado la campaña y no ha movido un dedo'. Muchos empresarios tuvieron que arrancar cultivos por falta de mano de obra que los recogiera.
El alcalde cuenta que, entre marzo y abril, el Gobierno envió a seis inspectores de trabajo desde Madrid. 'No se fiaban de los locales, porque plantearon que las irregularidades que pudiera haber eran consecuencia del fracaso del INEM'. Los inspectores recorrieron finca por finca. Al terminar comentaron que no habían encontrado infracciones laborales, pero habían visto a mucha gente sin papeles trabajando.
Millán fue a ver al subdelegado del Gobierno. 'Le dije: '¿Por qué no mandáis, detrás de los inspectores, varios furgones de la Guardia Civil para recoger a los inmigrantes? Ellos están aquí y necesitan trabajar para comer, y nosotros los necesitamos a ellos para que trabajen y les damos de comer. ¡Tened cojones para aplicar la Ley de Extranjería completa y deportarlos, o retirar la ley y dadles papeles!'.
La situación es más esperpéntica porque el subdelegado se niega a negociar con los 325 extranjeros que desde hace una semana permanecen encerrados y en huelga de hambre en cinco sedes institucionales, en demanda de papeles. El Gobierno ha aplicado un rasero distinto con los que se encerraron en Barcelona, donde ha reconocido al 94%.
En los municipios freseros de Huelva residen 6.000 inmigrantes, la mitad de ellos en situación irregular.
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