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Entrevista:ALAN GARCÍA | CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE PERÚ

'Creo que Perú ha sido muy generoso conmigo'

Las elecciones adelantadas del domingo próximo cerrarán un tumultuoso ciclo político en Perú que se inició hace un año con la segunda reelección de Alberto Fujimori. El régimen se desmoronó a los pocos meses, sus dos pilares -el asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos y el presidente- huyeron del país y quedó en evidencia una red de corrupción de proporciones gigantescas. La caída del fujimorismo permitió el regreso del ex presidente Alan García, que de ser el político más denostado durante una década se ha convertido, en cuatro meses, en un serio aspirante a la máxima jefatura del país. El líder de la histórica Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), de 52 años, ha vuelto a la política peruana y está enfrascado en una batalla electoral contra el candidato de Perú Posible, Alejandro Toledo, que se ha enrarecido en las últimas semanas.

'Yo pido perdón por mis actos y mis errores, no por los errores de otros, que deben ser sancionados'
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Pregunta. ¿Se siente ganador?

Respuesta. No. Pienso que hay posibilidades interesantes. Hay un avance sensible, pero no podría decir que las cartas están echadas y que soy ganador.

P. ¿No le pasa por la cabeza que en el fondo sería preferible no ganar, dadas las dificultades y la enorme oposición a un eventual triunfo de su candidatura?

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R. Creo que hay problemas muy graves que le van a explotar al próximo Gobierno. El endeudamiento generalizado del país o la destrucción material de la capacidad productiva son mucho más graves que una inflación que puede curarse ajustando la liquidez. La situación social que hoy vivimos, marcada por la miseria en grandes sectores, va a plantear grandes urgencias al próximo Gobierno. Pero creo que a las dificultades hay que hacerles frente y alguien tiene que orientar una solución.

P. La extrema polarización política que hay en Perú, ¿permitirá una oposición constructiva al nuevo Gobierno, cualquiera que sea el veredicto de las urnas?

R. Pienso que después de 10 años de dictadura tiene que haberse producido una maduración y una mayor responsabilidad en todos los sectores de la sociedad civil, gremios, sindicatos y partidos. No imagino que al día siguiente de la elección, por haber perdido, alguien se dedique a agitar y a incendiar la pradera para que las contradicciones ahoguen al que ganó. Sería una tremenda irresponsabilidad. Ésta no va a ser mi posición si tengo que estar fuera del Gobierno.

P. ¿Qué mensaje le dirigiría a las empresas españolas con grandes inversiones en Perú y que tienen una gran preocupación por el futuro del país?

R. Les enviaría un mensaje de confianza, de seguridad en las inversiones y de trato no discriminatorio ni por el origen del capital ni por la condición de extranjeros. Al mismo tiempo, reafirmaría lo que ha sido un tema de mi campaña: creo que es justo y necesario que analicemos de manera concertada el nivel de las tarifas para hacer un esfuerzo y llegar a un nivel más internacional de tarifas. Creo que esto se logrará paulatinamente bien por la vía del mercado, con la intervención de más empresas, o bien directamente por los organismos reguladores, que fueron creados por el Gobierno de Fujimori con participación de los consumidores. Esto no significa perseguir a las empresas que tienen un sector del mercado con carácter dominante, como Telefónica o empresas eléctricas, sino conversar de las reglas de juego que beneficien la capacidad de consumo de la población.

P. ¿Cuál sería el perfil de un eventual primer Gabinete de Alan García?

R. En caso de triunfo, tendría que ser un Gobierno que diera confianza, que tuviera experiencia y que representara a los sectores más importantes de la política nacional.

P. ¿Trataría de incorporar a ministros del actual Gobierno de transición?

R. El actual Gobierno está integrado, como corresponde a un Gabinete de transición, por personalidades más que por representantes de sectores políticos. Yo tengo que atender a los sectores que han participado en la elección y a través de los cuales se ha expresado la voluntad popular. Unidad Nacional, de Lourdes Flores, y Perú Posible, de Alejandro Toledo, son los sectores en los que habría que buscar primero.

P. ¿Imaginaba que los peruanos le recibirían como lo han hecho 10 años después de su salida del país?

R. Pensaba que el regreso sería más hostil, un poco más difícil vencer las barreras del miedo y de la resistencia psicológica construida por la dictadura. A mi regreso mucha gente iba a descubrir que no soy como dijo Fujimori durante 10 años, a través de sus sicarios periodísticos. Y eso es lo que origina que en este momento estemos tan cerca en las encuestas con el doctor Toledo, que ha tenido años de campaña y ninguna campaña en contra, salvo al final, y algunos millones de dólares para ejercicio publicitario. Creo que el país ha sido muy generoso conmigo.

P. ¿Por qué esa generosidad?

R. Porque los otros han sido muy malos con el país. Porque Fujimori ha quitado mucho empleo y ha hecho gala de una maldad física y gestual muy grande con el país. Perú busca una personalidad mucho más serena y mucho menos cruel, que ejercite menos esa frialdad malvada que ejercía Fujimori. A la vista del escándalo de los que me acusaban como fracasado y corrupto, la gente va descubriendo que puede haber mucho de mentira.

P. Hay el temor de que las expectativas que se generaron con la investigación sobre la corrupción en el régimen de Fujimori-Montesinos se difuminen con el próximo Gobierno tanto si gana usted como Toledo.

R. Creo que es una apreciación equivocada. Primero porque hay un encono muy grande de la sociedad contra Fujimori y Montesinos. Esto no lo va a poder detener ningún Gobierno.

P. ¿Es usted consciente de que el engranaje de la última década no se ha desarmado?

R. Un engranaje tiene una rueda que lo pone en movimiento. Ya no existe esa rueda, ya no existe Montesinos. Es impensable que Montesinos vuelva a Perú y ocupe un lugar predominante y manipulador.

P. Pero la sombra de Montesinos aparece por todas partes, llámese poder judicial o militar.

R. Hay que preguntarse si la sombra es real. En el poder judicial ha habido un remezón del cual yo no tengo explicación. Lo importante aquí es que los cien hombres básicos de la estructura fujimorista-montesinista están fuera de combate y fuera de los instrumentos del poder.

P. ¿Usted conoció a Montesinos?

R. Sí, en octubre de 1990. En un almuerzo me presentaron a quien en aquella época era simplemente un asesor. Se hablaba de que tenía influencia. Conversamos largamente en un aparte. Me dio la impresión de que se trataba de un personaje que sacaba cartas de la manga para impresionar. Un hombre astuto.

P. ¿Cree que está vivo?

R. Montesinos sabe perfectamente que no tiene ni un centímetro de espacio en Perú, no tiene un margen de juego social y político. Podría intentar golpes de efecto terrorista. Aunque estuviera vivo es un personaje sin futuro.

P. ¿Cuál será el destino final de Montesinos?

R. Inevitablemente, su destino final será ante la Justicia peruana si la muerte no se adelanta.

P. Y respecto a Fujimori, ¿qué haría un Gobierno bajo su presidencia?

R. Insistir ante el Gobierno japonés de manera jurídica. Tiene que haber una salida a este enredo del que él se ha valido para enmascararse y escudarse detrás de su pérfida nacionalidad japonesa, que usa sólo como un pretexto. Hay que mover a la sociedad civil japonesa.

P. Usted ha pedido perdón de manera genérica por errores de su Gobierno. ¿Está dispuesto a pedir también perdón por los excesos en el terreno de los derechos humanos y, sobre todo, por no haber hecho todo lo posible para evitar las matanzas de las fuerzas militares en la lucha contra la subversión, como la de los penales?

R. No, yo pido perdón por mis actos y mis errores, no por los errores de otros, que deben ser sancionados penalmente. Yo pediría perdón si hubiera escondido el tema de los penales, como quería mucha gente que ahora son demócratas, que antes decían que al terrorismo había que darle con el mayor rigor y ocultar cualquier exceso. No puedo cargar en mis espaldas asesinatos cometidos por otros.

El candidato Alan García saluda a miles de sus seguidores en un mitin celebrado el lunes en Arequipa.
El candidato Alan García saluda a miles de sus seguidores en un mitin celebrado el lunes en Arequipa.ASSOCIATED PRESS

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