Álvaro Vargas Llosa pide el voto en blanco en la segunda vuelta de las elecciones de Perú

En una multitudinaria conferencia de prensa, Álvaro Vargas Llosa y Jaime Bayly aclararon que no tratan de anular las elecciones, pues ven utópico lograr que dos tercios de los votantes sigan su cruzada cívica. El objetivo de su campaña es que se forme una amplia corriente de opinión favorable al voto en blanco para poder decirles el día de las elecciones a los dos candidatos, García y Toledo, que el pueblo peruano desconfía de ambos, que estará atento y vigilante ante las posibles transgresiones que perpetren en contra de la democracia.

'Quiero proponerles que no hay que dejarse abatir, Jaime y yo pensamos que hay una opción que es la de un voto de protesta, un voto moral, un voto cívico, un voto limpio que se llama en voto en blanco o viciado', dijo Álvaro Vargas Llosa, que añadió que convencería a su padre, el novelista Mario Vargas Llosa, para que votase en blanco.

De acuerdo al artículo 184 de la Constitución peruana, sólo se puede declarar nulo un proceso electoral cuando los votos nulos o en blanco sumados o en forma separada superan los dos tercios del número de votos emitidos. Entonces, ¿qué pasa si en la segunda vuelta se registran más de dos tercios de votos en blanco o nulos? ¿Se anula todo el proceso, desde la inscripción de candidatos a la primera vuelta, o sólo la votación de segunda vuelta?

El Jurado Nacional de Elecciones será el encargado de definir cuál de estas opciones sería la válida. Para el experto en Derecho Constitucional, Luis Huerta, la opción que interpreta mejor el espíritu de la Constitución, sería declarar nula la segunda vuelta y proceder a una elección entre los dos ganadores de la primera vuelta. 'La voluntad popular ya definió que Alan García y Alejandro Toledo pasen a la segunda vuelta y que entre ellos dos se defina quién será el próximo presidente del Perú', afirma.

Cinco días después de las explosivas revelaciones de Álvaro Vargas Llosa sobre el candidato a la presidencia de Perú, Alejandro Toledo, la tortilla parece haberse dado la vuelta en contra del periodista y a favor de Toledo quien aparece ahora como víctima ante la opinión pública. Ya no parece importarle a muchos peruanos los detalles sobre la donación de un millón de dólares del financero George Soros a su campaña o la denuncia sobre el candidato a la vicepresidencia, Raúl Diez Canseco, a quien Álvaro Vargas Llosa acusó sin pruebas de haber pagado 10.000 dólares para que no fuera difundido en la prensa un supuesto consumo de drogas por Toledo. Los peruanos parecen estar más interesados en seguir día a día las incidencias de la pelea entre Mario Vargas Llosa y su hijo, así como su relación con Bayly, una suerte de bestia negra para la familia Vargas Llosa. Estos son los tres principales protagonistas del culebrón que ha logrado desplazar las cuestiones de la campaña electoral a un segundo lugar.

Mario Vargas Llosa reafirmó su respaldo a Toledo y criticó a su hijo por haberse dejado llevar por chismes e intrigas de Bayly, a quien acusó de liderar una campaña contra Toledo. Álvaro, por su parte, no quiso enfrentarse con su padre a quien dijo entender, al tiempo que se ratificaba en sus denuncias. 'Mi padre es la persona a la que más quiero y respeto en este mundo, tengo profundo respeto por su declaración, y si la siente así, yo no voy a polemizar con él, ni desautorizarle, sino decir que respeto profundamente su opinión'

Entretanto, Bayly, reiteró su respeto por el autor La fiesta del Chivo, aunque sostuvo que había sido injusto con él: 'No estoy dolido. Todos han jugado al tenis conmigo, y tú sabes que cuando a mí me toca perder un set no me pico. Yo sigo queriendo mucho a Mario, lo admiro como pocas personas en el mundo'

Todo empezó cuando Bayly tras reunirse con Toledo y algunos directivos del canal de televisión en el que trabaja, llamó a Álvaro Vargas Llosa para comentarle la cita en la que no fue invitado Alvaro. Esa conversación de la que aún no se tienen detalles, sumada eventualmente a algunas frustraciones acumuladas durante el año y medio de campaña que lleva junto a Toledo, llevaron a Álvaro a anunciar su alejamiento del candidato de Perú Posible y a hacer explosivas revelaciones en el programa conducido por su amigo Jaime Bayly.