Los rumores sobre la salud mental de Alan García irrumpen en la campaña electoral peruana

La campaña por la segunda vuelta electoral en Perú empieza a tomar cuerpo. En junio, aunque sin fecha definitiva, los peruanos tendrán que elegir entre Alejandro Toledo y Alan García, que ocuparon el primer y segundo lugar, respectivamente, en la primera vuelta del 8 de abril pasado. Los ataques personales continúan siendo el centro del debate, más que los programas de Gobierno. Esta semana, el turno correspondió a Alan García, candidato del partido aprista.(*CF*) De un golpe bajo, propio de un circo y no de una elección, calificó el candidato Alan García las versiones sobre su salud mental. [PI] El candidato Alan García celebra los resultados de su partido tras la primera vuelta de las elecciones peruanas

El candidato de Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) desmintió categóricamente ser un maniaco depresivo o de padecer esquizofrenia, como se viene especulando en la prensa local. En días pasados, el periodista Jaime Bayly dirigió sus baterías contra el ex presidente. En su programa de los sábados por la noche, Bayly contó que García fue internado en 1979 en una clínica limeña y fue tratado por el psiquiatra Horacio Estabridis por un problema de depresión y esquizofrenia. Afirmó, asimismo, que consumió carbonato de litio. Dos días después, el periodista Beto Ortiz difundió un testimonio -no au-torizado- del médico, confirmando que atendió al ex presidente peruano de depresión en la Clínica Virgen del Carmen.

[QQ] Las declaraciones de Estabridis fueron grabadas con una cámara oculta.

[QQ] "Hay que ver los discursos que se manda. Eso sólo lo puede hacer un maniaco", dijo el psiquiatra. Asimismo, contó que el candidato presidencial llegó a su consultorio unos días después del sepelio de Haya de la Torre. "Llegó fatigado del viaje a Trujillo y de la emociones vividas por haber perdido a un ser tan querido y admirado", dijo.

[QQ] Por su parte, García calificó como una maldad las versiones vertidas sobre su supuesta enfermedad y explicó que, en efecto, sufrió una severa depresión en 1979, a consecuencia de la muerte de Víctor Raúl Haya de la Torre.

[QQ] Aseguró que la pérdida de alguien a quien consideraba casi como "un apóstol de Cristo" le provocó una pena inmensa y el encargo de organizar sus funerales, que duraron seis días, fue "el más inmenso golpe que haya sufrido entonces".

[QQ] Sostuvo que, en esas circunstancias, pidió a un médico del partido que le ayudase a salir de la pena. Agregó que cualquiera que pierda al ser más querido del mundo habría sentido lo mismo que él.

[QQ] Ello, sin embargo, no puede confundirse con la esquizofrenia o manía depresiva, especialmente al tratarse tan sólo de una consulta médica, en la que no se pueden diagnosticar enfermedades como las que se le atribuyen.

[QQ] A las especulaciones sobre la salud mental del líder del partido (*CF13*)aprista(*CF*) se sumaron una serie de (*CF13*)spots(*CF*) publicitarios provenientes de las filas de Toledo, en los que se recuerda la gestión durante el Gobierno de García entre 1985 y 1990.

[QQ] Frente a ello, García ha preferido mantenerse callado. "Sin responder estamos ganando; ante lo negativo, ninguna respuesta, dejemos a los otros hurgar en el pasado", dijo. Al mismo tiempo que reconoció que hubo errores durante su Gobierno, aseguró haber aprendido en los largos años de su destierro "qué es lo que debe hacerse y también qué no debe hacerse".