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98.000 kilómetros de cable

Conectar las áreas de producción con las de consumo no es tarea sencilla, y por ello existen en Cataluña casi 100.000 kilómetros de líneas eléctricas: 52.000 kilómetros de redes de baja tensión y 46.000 de alta tensión. Se trata de una longitud formidable si se tiene en cuenta las modestas dimensiones del territorio catalán, y con la que podría darse 2,5 veces la vuelta a la Tierra siguiendo los 40.000 kilómetros de la línea del ecuador.

El impacto de las líneas eléctricas es motivo permanente de controversia. Acerca de sus posibles efectos sobre la salud humana, el informe que el comité de expertos entregó recientemente al Parlament concluye: 'El estado del conocimiento actual no confirma la existencia de ninguna consecuencia grave e irreversible para la salud humana debida a la exposición a los campos electromagnéticos como los generados en las líneas eléctricas'.

Más información
El impacto ambiental de alejar la producción eléctrica del lugar de consumo

En cambio, los efectos de los tendidos sobre la avifauna son muy importantes y negativos. Investigadores de la Universidad de Barcelona han calculado en 3.000 el número de aves que mueren anualmente en Cataluña por electrocución en las líneas eléctricas. La mayoría de las aves afectadas son especies escasas y, en muchos casos, amenazadas de extinción. En este sentido, Cataluña destaca por ser de las pocas comunidades autónomas que aún no poseen una legislación específica para prevenir el impacto de las líneas eléctricas sobre la avifauna.

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