_
_
_
_
_

Detenido en Gaza el banquero de la OLP acusado de corrupción

Al Gushein se apropió de unos 1.200 millones

Jeweid al Ghusein, que durante décadas estuvo administrando desde los Emiratos Arabes Unidos las finanzas del Palestinian National Found, el organismo encargado de gestionar la economía y las ayudas internacionales recibidas por la OLP -que aglutina a las principales fuerzas políticas palestinas-, se encuentra detenido desde hace dos semanas en Gaza en un lugar secreto, bajo la tutela del presidente Yasir Arafat, según se acaba de conocer.

El banquero y hombre de negocios Al Ghusein, un viejo amigo del presidente Arafat, está acusado de haberse apropiado de seis millones y medio de dólares que 'tomó prestados' de la caja para financiar algunas de sus inversiones y que llegado el momento no fue capaz de devolver. Los cálculos más caritativos aseguran que Al Ghusein debería devolver a las arcas de la OLP, entre lo que robó y los intereses, un total de 10 millones de dólares.

Más información
Israel anuncia que limitará la libertad de maniobra del presidente Yasir Arafat
Sharon apuesta a fondo por la solución militar
La policía de Arafat se enfrenta a tiros al Ejército israelí en Gaza
Israel ataca el corazón de Gaza con misiles teledirigidos con láser
Dos jóvenes israelíes son asesinados a pedradas en venganza por la muerte de un bebé
Tema:: Oriente Próximo, 50 años de lucha

Al Ghusein había desoído en los dos últimos años de manera reiterada las llamadas al orden efectuadas desde la cúpula de la OLP y de la Administración Palestina, que le exigían volver a los territorios palestinos para dar explicaciones públicas de lo pasado con las finanzas y, en el peor de los casos, devolver a costa de su patrimonio personal el dinero distraído, según se asegura en círculos políticos de Gaza.

La actitud evasiva y reticente del banquero de la OLP provocó las críticas de los altos funcionarios de la Administración palestina, que llegaron a culpar al presidente Yasir Arafat de 'encubrir' a su antiguo amigo.

Las protestas quedaron zanjadas hace dos semanas cuando las autoridades judiciales de los Emiratos procedieron a la detención de Al Ghusein y le trasladaron a Gaza, a petición del propio Arafat. Desde entonces el banquero de la OLP se encuentra bajo arresto, en un lugar secreto, aunque muchos aseguran que se alberga en el Palacio del Gobernador -la residencia de los huéspedes oficiales-, cerca de la vivienda del propio Arafat.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El desenlace del caso Al Ghusein, el primer asunto de corrupción importante con el que se enfrenta Yasir Arafat, es un enigma que amenaza convertirse en una tempestad. Mientras algunos sectores del Gobierno piden tratarlo con discreción y silencio, alegando que es un tema interno de la OLP, otros reclaman asumirlo como un delito común y llevar al acusado a un tribunal ordinario, para ser juzgado y sentenciado. 'Es el primer caso de extradición logrado por la Autoridad Palestina. Es un delito común y como tal deberá ser juzgado', aseguraba ayer el vicepresidente del Parlamento palestino Ibraham Abu al Naja, un histórico de Al Fatah.

El ministro de Correos y Comunicación, el islamista Imad Faluji, se declaraba, sin embargo, más contemporizador y recalcaba que 'se trata de un asunto interno de la OLP' que debe ser resuelto por sus 'organismos administrativos'. Una opinión no compartida por uno de los dirigentes fundamentalistas de Hamás, el doctor Mahmud Al Zahar, que reclamaba 'mano dura contra la corrupción'.

En medio de esta polémica, un grupo de altos funcionarios del Gobierno palestino parece haber ultimado los trabajos de investigación sobre las finanzas de la televisión pública y las supuestas irregularidades cometidas por su director, Hisham Miki, quien fue abatido a tiros en un hotel en Gaza por unos enmascarados el pasado mes de enero. La acción fue reivindicada por un comando anticorrupción. 'Hay pruebas de que los sistemas de corrupción instaurados por Miki, cuando se hizo cargo de la televisión palestina en 1994, continúan activos, favoreciendo a sus antiguos colaboradores', aseguraba uno de los miembros de esta comisión interna.

Pero nada de esto parece afectar a los aplestinos de a pie. Observan y escuchan escépticos estas maniobras internas sin hacerle excesivo caso. Para ellos se trata de lo de siempre: 'En estos momentos hay asuntos más importantes'. Es el desencanto.

[El Ejército israelí bombardeó ayer por tierra, mar y aire objetivos del Gobierno autónomo palestino. Uno de los disparos impactó en una base palestina mientras el presidente Arafat, que salió ileso, se encontraba dentro, informa France Press. Al menos 20 personas resultaron heridas en los ataques].

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_