Martínez rechaza la moratoria para la construcción de centrales eléctricas solicitada por Chaves

La presidenta regional del Partido Popular de Andalucía, Teófila Martínez, rechazó ayer la aplicación de una moratoria en la concesión de licencias para la construcción de centrales energéticas en Andalucía, que el pasado viernes había propuesto al Gobierno Central el presidente andaluz, Manuel Chaves, en tanto no esté concluido un Plan Energético Nacional en el que quede establecido el reparto de plantas generadoras en relación a las necesidades de cada zona.

Martínez, por el contrario, defendió la instalación de las centrales argumentando que 'si Andalucía quiere ser una comunidad importante desde el punto de vista tecnológico, debe dotarse de las suficientes reservas energéticas'.

La responsable popular criticó la 'actitud de dependencia de los demás' que, a su juicio, ha mantenido en los últimos años el presidente de la Junta de Andalucía. La dirigente del PP dijo que Chaves 'no ha estado acertado en cuanto a la planificación del crecimiento industrial, tecnológico y de disponibilidad de energía' para la región.

'No tenemos por qué temer ningún riesgo por la implantación de centrales de generación de electricidad, siempre que se cumpla con la normativa vigente en materia de creación de energía', subrayó la presidenta del PP andaluz.

Por su parte, la plataforma anti-térmicas de Arcos de la Frontera (Cádiz) ha presentado ya 500 alegaciones ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir contra el impacto ambiental que los vertidos procedentes de la futura central podrían causar en el cauce del río Majaceite.

La plataforma, integrada por entidades ciudadanas, ecologistas y partidos políticos, advierte sobre los posibles riesgos para el medio ambiente que, según estos colectivos, va a tener el vertido al río de una cuarta parte del agua empleada por la planta, ya que el resto se evaporará.Los miembros de la plataforma aseguran que este líquido presentará dos características que resultan perjudiciales para el cauce: por una parte, la presencia de 'aditivos químicos' y, por otro lado, una temperatura de entre dos a tres grados superior a la del río, circunstancia que 'afectará al equilibrio del ecosistema', según explicó la portavoz de la plataforma, Isabel Oñate.