Emma Bonino ingresa en un hospital italiano tras 4 días en huelga de hambre y sed
Ha mantenido un ayuno de cuatro días para exigir espacio en los medios
La ex comisaria europea para los Derechos Humanos puso así fin a su huelga de hambre y sed, que la llevó a perder 4,4 kilos de peso. No obstante, la extrema iniciativa de Bonino, que a los 53 años volvió a recurrir a los métodos de protesta ghandianos y mantuvo desde las primeras horas del sábado pasado una huelga de hambre total en Milán, empieza a tener efecto en la clase política italiana.
El presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, reclamó ayer públicamente que se dedique más espacio informativo al programa de los radicales. Bonino no tomaba líquido ni sólido en protesta por la exclusión del debate político italiano en plena campaña electoral de temas que su partido considera esenciales, como la libertad de investigación científica, la experimentación con embriones, pero también la legalización de la eutanasia y el aborto farmacológico.
Ni la RAI, televisión pública, ni Mediaset, el grupo de televisión privado, propiedad del líder del centro-derecha Silvio Berlusconi, han atendido hasta ahora la petición de los radicales, por la dificultad del debate que plantean. No obstante, ayer aumentó un poco más la presión que han recibido últimamente por parte de buena parte de los líderes de El Olivo, incluido el primer ministro italiano, Giuliano Amato, que ha subrayado la paradoja de que se dedique tiempo televisivo a la protesta de los radicales pero no a las razones que la motivan.
Bonino ve en el escaso interés de los medios de comunicación por su programa el reflejo de la influencia enorme que tiene todavía sobre Italia la Iglesia católica y su cuartel general, el Vaticano. Sin embargo, no han sido los cardenales de la curia romana, sino el líder del ex comunista PCI, Massimo d'Alema, el que ha subrayado que está fuera de lugar, por la complejidad que entraña, abordar en plena campaña electoral un debate sobre la eutanasia o la experimentación con embriones.
La ex comisaria europea participó ayer con el Nuevo Partido Socialista, y en compañía de uno de sus líderes, Claudio Martelli, en un mitin dedicado al Primero de Mayo, la fiesta de los trabajadores, que ha quedado convertida, dijo Bonino, "en la fiesta de los sindicatos", a los que tachó de fuerzas conservadoras. La ex comisaria europea tuvo que leer su discurso por temor a no ser capaz de improvisar palabras coherentes dado su estado físico, pero se mostró lúcida en todas sus respuestas a los periodistas. Los adversarios políticos han criticado el gesto extremo de los radicales de recurrir a la huelga de hambre y sed, considerándolo una especie de chantaje emocional para conseguir más espacio del que les corresponde en los medios de comunicación por su escasa implantación social. "Si creen que es así, les aconsejo que me imiten", replicó Bonino.
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