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Los tomates no nacen en las latas

Los agricultores de Fuenlabrada enseñarán sus actividades a los alumnos de los colegios del municipio

Los escolares de Fuenlabrada van a comprobar, por fin, que los tomates, las acelgas, las lechugas y las coliflores, como el resto de las hortalizas, no nacen en las latas o en los estantes de los centros comerciales. Y van a enterarse de por qué la labranza es una actividad fascinante -incluso para los poetas- pese a su dureza y pese a que las andanadas de unas y otras administraciones públicas la han dejado casi en una actividad de culto, una reliquia.

El logro de que los niños y los adolescentes de Fuenlabrada se acerquen al campo para algo que no sea la típica fiesta de la tortilla es el resultado del convenio que acaban de firmar la Asociación de Agricultores y el área municipal de Medio Ambiente.

La voz cantante de los agricultores, Indalecio Martín, explica que el acuerdo tiene una parte didáctica (excursiones escolares a las huertas), una promocional (celebración de un mercado anual de productos autóctonos) y otra reivindicativa (solicitud de una rotonda para el paso de tractores y camiones pesados).

Indalecio aguarda expectante que comiencen las rutas hortelanas de estudiantes. 'Los chavales vendrán en autocares a nuestras huertas y les enseñaremos la cría de alimentos y todo el proceso desde que se siembra hasta que se recolecta'. Indalecio habla con conocimiento de causa porque es labrador, y de los satisfechos. Este hombre recuerda que en su vida no ha tenido otra profesión que la de agricultor y que se siente 'orgulloso' de su condición. Este hombre es el mayor productor de cereal en la Comunidad de Madrid y la razón de sus desvelos son las 600 hectáreas de trigo y cereal que tiene repartidas por varios puntos de la región.

Indalecio es labrador vocacional, le alimenta el contacto con la naturaleza, aunque tenga que trabajar 'de sol a sol', y dice que no sería capaz de aguantar ocho horas en una oficina, que sería su muerte.

Los escolares conocerán sobre el terreno que la relevancia de las hortalizas fuenlabreñas en la Comunidad de Madrid se debe a que se riegan con agua de pozos de 150 metros de profundidad, que el municipio aún conserva 260 de las 400 hectáreas que hace diez años dedicaba a la agricultura, que la acelga es la mejor de todo Madrid y que todavía quedan 121 agricultores en el municipio que trabajan la tierra solos o con empleados a su cargo.

José Pérez es uno de ellos. Es propietario de unos 70.000 metros cuadrados de huerta y cuenta con cinco personas que le ayudan en las labores de siembra y recogida. Dentro de unas semanas, enseñará el fruto de su trabajo a unos alumnos que lo conocen a través de las asignaturas escolares.

'Hemos escrito cartas a los directores de los colegios para que animen a los chavales a participar en una experiencia que también les aporta en su formación', señala el concejal de Medio Ambiente, José Sánchez Luque.

José Pérez está encantado con la idea de poder explicar a los niños en qué época se siembran los repollos y cómo un año de lluvias o de demasiado calor condiciona una cosecha. 'Les explicaremos que el estrés de este oficio no está en trabajar doce horas diarias, sino en tener que cortar rápido las verduras, porque las están esperando, o en comprobar que no puedes empezar a trabajar porque la lluvia te ha estropeado el terreno', anticipa, aleccionador.

El convenio suscrito entre el gremio de labranza y el de los políticos tiene un apartado comercial y otro publicitario. Los responsables de Medio Ambiente en el Ayuntamiento se han comprometido a plantar una carpa en el centro del municipio una vez al año, en junio, sólo con productos de la huerta fuenlabreña a la venta: cebollas, acelgas, lechugas o zanahorias, entre otros. 'En cuanto me enteré de que las huertas de Fuenlabrada son las más importantes de la Comunidad, me decidí a colaborar con los agricultores, que siempre han estado un poco dejados', comenta Sánchez Luque.

José Antonio Pérez, agricultor de Fuenlabrada, en una imagen tomada en una imagen tomada en sus sembrados.
José Antonio Pérez, agricultor de Fuenlabrada, en una imagen tomada en una imagen tomada en sus sembrados.SANTI BURGOS

La huerta universitaria

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