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Una norma de protección del feto desata el debate del aborto en EE UU

La mayoría republicana de la Cámara de Representantes ha aprobado una ley que convierte en delito federal el daño a un feto en cualquier momento de la gestación. Aunque la ley pretende agravar las condenas para casos de asaltos o asesinatos de embarazadas, ha reabierto el debate sobre la modificación del derecho al aborto al equiparar al feto con un ser humano. La medida, que George W. Bush se apresuró a aplaudir, es la primera de varias que pretenden erosionar legalmente el derecho al aborto con el apoyo del nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Se llama oficialmente Ley sobre la Violencia contra Víctimas No Nacidas. Por 252 votos contra 172, la ley convierte en delito federal el daño a un feto en un ataque o un acto criminal contra una mujer embarazada. Según la nueva ley, si en el ataque de un delincuente una mujer sobrevive pero pierde el hijo que espera, el autor del asalto puede ser condenado igualmente por homicidio o asesinato. En el texto se define al feto como 'un miembro de la especie homo sapiens, en cualquier estado de desarrollo, en el útero de la madre'.

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La ley ha provocado el primer debate sobre el derecho al aborto en la nueva legislatura. La Cámara había aprobado una ley similar el año pasado, pero no superó después la prueba del Senado, en parte porque Bill Clinton había mostrado su negativa rotunda a firmar una ley de este tipo. En cambio, Bush mostró su satisfacción sólo unos pocos minutos después de la votación: 'La legislación afirma nuestro compromiso con la cultura de la vida, que protege y da la bienvenida a los niños', dijo el presidente en un comunicado.

Alternativa demócrata

Los demócratas habían presentado un texto alternativo que suprimía la definición del feto, que es la parte más polémica del texto porque puede facilitar una revisión de la ley que establece el derecho al aborto en EE UU. Por eso, la congresista Carolyn Maloney dijo: 'Debemos ser sinceros. Ésta no es una ley sobre violencia contra mujeres embarazadas. Es una ley para arrebatar a la mujer el derecho a elegir', aseguró en un debate enconado.

Los republicanos esgrimieron los argumentos habituales de los antiabortistas más radicales: 'Una víctima es una víctima, sin importar su tamaño', aseguraba Chris Smith, de los más beligerantes en contra del aborto.

Bush ha mostrado abiertamente su apoyo al ala antiabortista de su partido junto a su fiscal, John Ashcroft, todavía más extremo en esta postura. Nadie olvida que su primera medida como presidente fue prohibir los fondos de ayuda a las organizaciones internacionales pro derecho al aborto, e incluso ha eliminado en los presupuestos una partida instaurada por Clinton que proporcionaba ayuda económica para los gastos en anticonceptivos de los empleados públicos. Al mismo tiempo, peligran las ayudas gubernamentales a las investigaciones con células embrionarias.

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