Las cuentas del profesor Conejero

La celebración del Congreso Mundial Shakespeare, que comenzará en Valencia el miércoles y se prolongará hasta el siguiente lunes, viene siendo objeto, desde hace más de un año, de una agria discusión política local a consecuencia de la gestión realizada por el presidente de la entidad organizadora, la Fundación Internacional Shakespeare, el catedrático de inglés Manuel Ángel Conejero.

Las críticas, que partieron del PSOE valenciano, llevaron a Conejero a delegar la dirección del congreso en una de sus personas de confianza, el profesor universitario Vicente Forés.

Los socialistas de Valencia acusaron a Manuel Ángel Conejero de justificar irregularmente los más de 52 millones de pesetas que había recibido en concepto de subvención por parte de la Generalitat, Diputación y Ayuntamiento de Valencia (todos ellos gobernados por el PP) entre 1997 y 1999.

Cosméticos

Según los portavoces socialistas, en la documentación justificativa de las subvenciones, Conejero incluyó entre los gastos recibos de cosméticos para actores, justificantes de cajeros automáticos, facturas de supermercados y de muchos viajes costosos, entre los centenares de papeles destinados a especificar el destino final del dinero.

Los socialistas siguen reclamando que se auditen las subvenciones otorgadas, que finalmente alcanzarán una cifra cercana a los 80 millones de pesetas en un periodo de cinco años.

El actual director ejecutivo del congreso, Vicente Forés, indicó ayer que existe un clima de animadversión contra la figura de Conejero, y que las críticas socialistas, especialmente por parte del concejal José Luis Ábalos, han sido muy sesgadas. Forés insistió en que se han magnificado simples errores administrativos 'ya corregidos'.

Además, recalcó que los organizadores han tenido que hacer frente a los gastos de las actividades con casi un año de antelación, dado el retraso de la Administración en pagar las ayudas comprometidas.

'Durante un año se ha hablado de todo, menos de contenido. Y, a pesar de todas las críticas por el aspecto económico, el congreso ha salido baratísimo', señaló Foré. 'Sólo nos hemos apoyado en las instituciones públicas, mientras en el congreso de Los Ángeles, en 1997, había contribuciones individuales como mil dólares del director Steven Spielberg o de la compañía Warner Brother, que donó 50.000 dólares. Nosotros no hemos podido contar con ninguna compañía, entre otras cosas por la prensa tan negativa que hemos tenido'.

La asistencia al congreso, según Forés, cuesta 40.000 pesetas. De los 500 participantes que se han matriculado, unos 100 -procedentes de los países más pobres- llegarán becados por la organización.