_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Europa de la discordia

Las opiniones contrapuestas entre el Gobierno y la oposición -no sólo la socialista- sobre el Consejo Europeo de Estocolmo han venido a confirmar que la construcción europea ya no es objeto de consenso. No hay que desolarse por ello. Al contrario, es normal. Como quedó claro ayer, la UE toca casi todo: las finanzas, el empleo y las relaciones laborales, las pensiones, la inmigración, la política de I+D, las patentes, las liberalizaciones del sector energético, el espacio aéreo, el medio ambiente, la ganadería o la pesca, por citar algunos de los temas suscitados en la sesión informativa en el Congreso. ¿Tiene que haber consenso en todo? Evidentemente, no, aunque el abanico tienda a estrecharse, como es propio de una democracia. Europa ya no es algo exterior, sino muy interior.

Más información
Interceptados en el Estrecho 56 'sin papeles' en una 'zodiac' pinchada y a la deriva

Aznar hizo un discurso plano sobre lo que ha sido una cumbre plana, de escasos resultados, en especial en lo que más interesaba a España: la política de cielo único, sin menoscabar su posición respecto a Gibraltar, y la liberalización energética, que debería facilitarnos suministros futuros del resto de Europa, más allá de los limitados ahora a Francia.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El presidente del Grupo Socialista, Rodríguez Zapatero, puso el dedo en la llaga al señalar que, pese a los delirios de grandeza, cada vez más frecuentes y más sorprendentes en el presidente, la política exterior no resuelve temas importantes que tiene abiertos, como las diversas derivaciones del secular conflicto sobre Gibraltar o las relaciones con Marruecos. El líder socialista recordó a Aznar sus encendidas críticas a González por las dificultades que tuvo para renovar el acuerdo pesquero de 1995. Aunque de entonces a hoy la pesca ha pasado a ser una competencia estrictamente comunitaria, no es de recibo que el Gobierno de Aznar asista impávido al cierre del banco pesquero marroquí, que condena al desguace a cientos de barcos y abre una grave crisis en varios puertos españoles. Aparte de la pesca, las siempre delicadas relaciones con Marruecos registran un progresivo y peligroso deterioro que pone a prueba el valor real de nuestra política exterior.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_