Israel acusa a la guardia personal de Arafat de ser aliada de Hezbolá

Después de los bombardeos israelíes del miércoles en Ramala y Gaza contra los cuarteles de la guardia pretoriana de Yasir Arafat (Fuerza 17), el Gobierno de Ariel Sharon, a través del Ministerio de Defensa, ha difundido un informe en el que asegura que esta unidad policial palestina selló hace meses un pacto de colaboración con la guerrilla islamista libanesa Hezbolá.

La Fuerza 17, creada en los años setenta en Líbano, está compuesta por 3.500 miembros. Al mando se encuentra el general de brigada Faisal Abu Sharkh, quien desde su cuartel de Gaza se coordina con el comandante Mahmud Damara, jefe de las unidades en Cisjordania. Esta fuerza de élite está dotada de armas ligeras, pero tiene también en su arsenal vehículos blindados ligeros (BRDM-2), los únicos oficialmente en poder del Gobierno de Arafat.

Aunque la misión de la Fuerza 17 es la de custodiar a Arafat, sus residencias y a los miembros de su familia, los servicios secretos del Ejército israelí acusan a la guardia de haberse sumado de manera activa a la Intifada, con una participación directa o indirecta en al menos 25 ataques contra israelíes en las zonas de Jerusalén, Ramala, Nablús y Jenin, que causaron 8 muertos y más de 20 heridos. Con estas acusaciones, Israel trata de justificar los ataques el miércoles o los que puedan llegar en el futuro.

La Fuerza 17 es, según el Ejército de Israel, responsable, entre otros, del atentado que costó la vida al rabino Kahane y a su esposa, líderes del movimiento colono radical y de su organización clandestina armada, que fue perpetrado el 31 de diciembre en una carretera en el norte de Cisjordania.

'Nuestro papel es el de defender al presidente. Configuramos el primer círculo de su seguridad personal', ha afirmado a la prensa el comandante Damara, responsable de la Fuerza 17 en Cisjordania, tratando de desvincularse así de cualquier acción bélica en el contexto de la Intifada.