El Gobierno pacta con Comisiones mejorar las pensiones mínimas

Las últimas jornadas han estado cargadas de tensión y en ello ha influido el clima enrarecido que se creó con la ruptura del diálogo sobre la reforma laboral. Los dos ejes más importantes del acuerdo son la mejora de las prestaciones mínimas y la extensión de la jubilación anticipada. Sobre ésta se elimina la exigencia de que el trabajador haya empezado a cotizar antes de 1967, situación en la que se encuentran tan sólo 1,5 millones de trabajadores. El derecho al retiro anticipado se amplía a quienes tengan más de 61 años de edad, lleven seis meses en paro y reúnan 30 años de cotizaciones.

Asimismo se reducen los coeficientes penalizadores que se aplican a quienes se jubilan antes de los 65 años, y que ahora suponen un 8% de recorte de la pensión por cada año adelantado. Ese coeficiente será del 6% para quienes hayan cotizado 40 años y en diferentes tramos llega hasta el 8% con 30 años acumulados de cuotas. Esas condiciones para el retiro anticipado eran quizá la principal demanda tanto de UGT como de CC OO.

Acuerdo entre ministerios

La luz verde del Gobierno a esa propuesta sindical y que el Ejecutivo renuncie a ampliar el periodo de cálculo de las futuras pensiones a toda la vida laboral despejó el camino para el acuerdo. La decisión la adoptaron Economía y Trabajo el pasado miércoles. Los órganos de dirección de CC OO ratificarán el documento en los próximos días. La patronal no quiso hablar de preacuerdo, sino que calificó el texto de 'documento útil y positivo'.

El Ejecutivo también ha accedido a dar una solución a la masiva expulsión del mercado laboral de trabajadores de edad avanzada. Para ellos se prevé que, en los expedientes de rescisión de contratos pactados, las empresas firmen convenios con la Seguridad Social para complementar las cotizaciones de los mayores de 55 años, de forma que no sufran una acusada merma en su pensión, como sucede ahora.

En la mejora de las pensiones actuales, además de igualar las mínimas para menores de 65 años a las de mayores de esa edad, hay una modificación importante en la viudedad. Esas prestaciones, que actualmente suponen el 45% de la pensión del cónyuge fallecido, suben de forma progresiva hasta el 52% y para los titulares con responsabilidades familiares a su cargo, hasta el 70% cuando esta pensión sea su principal o única fuente de rentas.

La negociación sobre pensiones ha abierto un paréntesis en la unidad de acción que mantienen UGT y CC OO desde hace 13 años. El último acuerdo de pensiones fue rubricado por las dos centrales en 1996 y sin CEOE. UGT, que sigue trabajando con el horizonte de un paro general, ha exigido que sea el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien se comprometa en los contenidos. Una demanda que el jueves planteó por teléfono el líder de UGT, Cándido Méndez, al ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. El ministro le comunicó que él era el único interlocutor del Gobierno y el dirigente ugetista respondió que sus negociadores sólo acudirían a los encuentros para recoger los papeles.

La interpretación que ayer dio Méndez de esa conversación es que el ministerio les ha excluido de la negociación, algo que niega Trabajo. Pese a esos rifirrafes, el ministerio continuó el jueves las reuniones con Comisiones, pese a la ausencia de UGT, y mantuvo contactos con la patronal. Ayer, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, convocó a las partes a una reunión oficial para perfilar un preacuerdo, y a la que UGT acudió a recoger el documento.

El pacto compromete asimismo la culminación de la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, de forma que las cotizaciones nutrirán las prestaciones contributivas y las asistenciales las pagará el Estado vía impuestos. El complemento de mínimos, la parte más importante que queda de estas últimas pagadas con cuotas, lo asumirá el Estado en su totalidad en 12 años.