El desguace amenaza a la flota en Barbate

El mar en calma; los ánimos, muy encrespados. Barbate (Cádiz, 22.000 habitantes) trataba ayer de digerir la noticia que amenazaba el horizonte de este pueblo marinero desde hace 15 meses: el fracaso de las negociaciones entre la UE y Marruecos para renovar el acuerdo pesquero llena de nubarrones el futuro de esta localidad, golpeada por el paro y en cuyas playas las intervenciones de la Guardia Civil contra el narcotráfico son habituales.

'Estamos K.O., aún no nos hemos repuesto', confiesa Ramón Rivera, presidente de los armadores barbateños. Su embarcación, el Virgen de la Oliva, como otra treintena de pesqueros, lleva 15 meses de amarre forzoso en el puerto. Si España no consigue algún acuerdo bilateral con Marruecos, todos estos barcos sólo tienen un destino: el desguace.

Los barcos barbateños, de pequeñas dimensiones, se dedicaban a la captura del boquerón en aguas marroquíes hasta noviembre de 1999. Son pesqueros que dan mucho trabajo (718 marineros enrolados) pero de recorrido muy corto: sus depósitos de combustible sólo les permiten estar un día o dos en alta mar y sus motores no les pueden llevar más allá de las aguas marroquíes.

La lonja barbateña, junto al turismo el foco de actividad más importante del pueblo, depende casi exclusivamente del boquerón marroquí: en este año de parón, su facturación ha pasado de los 5.500 millones a los 1.300. Otros negocios, sin embargo, han florecido. Rivera posee el único astillero de reparación del puerto y sus cuentas en 2000 han sido impecables. 'Casi todos los armadores han dedicado el dinero de las ayudas comunitarias a invertir en sus barcos, porque creían que iban a seguir', explica.

'Lo vi por televisión y lo primero que pensé es que las conversaciones no se han llevado nada bien', asegura Antonio Ramírez, ex armador. Los fondos comunitarios han servido para desguazar 16 barcos barbateños en los último cuatro años, pero también para modernizar una flota que cada vez obtenía mejores resultados. Las movilizaciones del sector en esta ocasión han sido mucho más tímidas que en 1996, cuestión que Ramírez achaca a las 'ayudas económicas recibidas por los marineros y los armadores'.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Barbate, Antonio Varo, convocaba para la tarde una reunión para planificar actos de protesta que parecen llegar tarde. 'Aunque todo iba mal, siempre esperábamos que Marruecos cediese algo en sus peticiones, ya que España sirve de puente a sus productos y eso merece cuanto menos un pago', afirma Varo, quien no tiene reparos en admitir que el 'futuro de Barbate está muy negro porque su economía depende de una flota pesquera que es cautiva del caladero marroquí'.

El sector pesquero es el primer peldaño de la economía barbateña. Otras actividades, como el comercio o la construcción, viven a sus expensas. El bar La Parada es un centro habitual de reunión de los pescadores. 'Desde hace cuatro cuatro años, aquí se gastaba mucho dinero porque en el pueblo había quien lo ganaba, pero ahora las cosas han cambiado y ya no se puede vivir aquí a causa de la falta de acuerdo', asegura Francisco Delgado, hijo del dueño de bar.

'Si no hay pesca, no se construyen barcos y los 35 trabajadores de esta empresa estaremos en peligro', afirma Juan Antonio Armenta, técnico de la empresa Construcciones Navales de Barbate, SL.

'Me siento el alcalde de un pueblo sumido en la incertidumbre', admite el primer edil de Barbate, Juan Manuel de Jesús (PP). 'Lo ocurrido es un auténtico mazazo porque confiábamos en que la Unión Europea pusiese todos los mecanismos necesarios para llegar a un acuerdo con Marruecos', agrega. De la fragilidad económica en la que queda Barbate da buena cuenta el anuncio realizado ayer mismo por la subdelegada del Gobierno central en Cádiz, Rocío Roche, quien indicó que pondrá 'todos los medios' para evitar un repunte del narcotráfico en el municipio.