El Gobierno de Macedonia da 24 horas a la guerrilla albanesa para que abandone el país
Los partidos albaneses en el Parlamento de Skopje acuerdan aislar a los alzados en armas
El comunicado gubernamental, hecho público ayer a través de los Ministerios de Interior y Defensa, es muy claro: 'Después de este plazo, las fuerzas de seguridad macedonias continuarán utilizando todos los medios a su alcance contra las posiciones de los terroristas hasta que éstos sean aniquilados'. Horas antes, como una muestra de lo que puede suceder, el Ejército macedonio bombardeó a los rebeldes utilizando, por primera vez, carros de combate.
Esta situación militar coincide con un importante movimiento político y diplomático internacional para evitar el estallido de una guerra, que sería la quinta en la ex Yugoslavia en diez años.
Ayer, los dos partidos albaneses representados en el Parlamento macedonio, uno en el Gobierno y otro en la oposición, firmaron una declaración conjunta en la que apelan al ELN a dejar las armas y volver a sus casas. La declaración se firmó en Skopje a instancias del representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, el español Javier Solana.
Solana se marchó de Skopje con esa firma de los partidos parlamentarios albaneses, pero la evolución de los acontecimientos podría dejarlo reducido a papel mojado. Mostró Solana a los macedonios la zanahoria del acuerdo que se debe firmar a principios de abril entre Skopje y Bruselas. Este pacto colocaría a Macedonia en la primera fila entre los balcánicos que hacen cola a las puertas de la UE. Trató de dejar claro Solana al Gobierno macedonio que la alternativa es Europa o nacionalismo y que al país más le vale seguir la senda comunitaria.
Al mismo tiempo, Solana apretó las clavijas a los dos partidos parlamentarios albaneses, el Partido Democrático de los Albaneses (DPA), que cuenta con 11 diputados y 5 ministros en el Gobierno, y el opositor Partido para la Prosperidad Democrática (PDP), que tiene 14 escaños. Los dos se encuentran entre la espada y la pared, tras la irrupción violenta de la guerrilla. El Partido Nacional Democrático (PPD), que acaba de fundarse, puede ser considerado el brazo político del ELN.
Los dos partidos firmantes del llamamiento a la renuncia a la lucha armada corren ahora el riesgo de perder apoyo entre los albaneses que vean en la guerrilla una nueva vía de expresión. El DPA y el PDP 'condenan el uso de la violencia para conseguir objetivos políticos'. Además, ambos afirman que no hay lugar para este tipo de actuación, que 'hace imposible el diálogo político y bloquea el camino hacia Europa', escogido también por los albaneses como ciudadanos de Macedonia. Ésto, aseguran, 'podría resultar trágico para los ciudadanos de Macedonia y para toda la región'.
Tras rubricar el documento, los dirigentes albaneses de los dos partidos iniciaron sus fintas verbales para evitar contaminarse en exceso. El opositor Imer Imeri (PDP) declaró que Solana casi les obligó a firmar para mostrar el documento ante la UE. Arbent Xhaferi, dirigente del gubernamental DPA, declaró que la permanencia en el Gobierno de su partido depende del respeto a los principios democráticos.
La guerrilla también habló ayer y echa balones al campo del Gobierno al afirmar que de él depende la paz o una guerra, que ellos aseguran no desear: 'Apelamos a los partidos macedonios, gubernamentales o no, a que aclaren si quieren cumplir nuestras demandas de forma pacífica o si tenemos que recurrir a la violencia'.
Solana se mostró en contra de un diálogo con los alzados en armas. Ésta es también la posición del Gobierno de Macedonia, que parece dispuesto a que el Ejército empiece a actuar en la región de Tetovo para desalojar a la guerrilla de sus posiciones.
Por otra parte, en la zona donde se producen los combates desde hace días prosigue el éxodo de civiles. Las autoridades calculan que más de 11.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.