Macedonia se siente traicionada por Occidente
Skopje pide mano dura a EE UU y Alemania para frenar a los rebeldes albaneses
Macedonia vivía una fase casi idílica de prosperidad como consecuencia del efecto Kosovo. La reconstrucción de la vecina provincia serbia, administrada desde hace casi dos años por la ONU, contribuye al auge de la débil economía macedonia, muy dañada por la guerra. La demanda creada por dos millones de albanokosovares, tantos como macedonios de todas los grupos nacionales, beneficiaba a la economía del país, que no daba abasto para vender de todo, en marcos fuertes y pagados por adelantado.
En eso llegó el ELN y todo queda en el aire. Hasta se empieza a hablar de una quinta guerra sobre el territorio de la antigua Yugoslavia. Macedonia ha reaccionado con la sensación del cornudo y apaleado. La doctrina del Gobierno macedonio sobre la rebelión albanesa sostiene que es 'agresión preparada desde Kosovo contra Macedonia' y echa la culpa a los países occidentales por no reconocerlo así. Según el primer ministro Georgievski, 'si admiten la agresión procedente de Kosovo a Macedonia, su política en Kosovo de los últimos dos años ha sido errada y la intervención de la OTAN tomaría otra dimensión'.
Sin pelos en la lengua, Georgievski acusó a las democracias occidentales de 'la creación de los talibán en Europa. Con todo respeto, ni un solo macedonio puede convencerse de que los gobiernos de Estados Unidos y Alemania no conocen a los jefes de las bandas que estos días están entrando a Macedonia'. Sostiene Georgievski: 'Si ellos no aplican medidas políticas más duras contra esos jefes, las bandas no pararán la agresión contra nuestro país'.
Éste era el ambiente que esperaba al encargado de la política exterior y de seguridad de la UE, Javier Solana, a quien se esperaba anoche en Skopje. En la calle se palpa entre los macedonios un ambiente que recuerda los días de las bombas de la OTAN sobre Yugoslavia. Cuando el enviado especial de este periódico se identifica como periodista español, la reacción es una retahíla de insultos, la mención a Solana y un 'vosotros habéis traído a esos terroristas'.
El segundo agravio formulado por Georgievski se dirige a los ciudadanos y partidos políticos de Kosovo: 'Ellos han olvidado que Macedonia y sus ciudadanos les tendieron la mano en el periodo más difícil y ahora nos lo devuelven con armas'. Recurre Georgievski al ejemplo bíblico de quien devuelve una piedra a quien le dio un pan. En esto le falta la percepción de lo ocurrido con los refugiados de Kosovo durante la guerra. Asustados ante la presencia de un cuarto de millón de albanokosovares, muchos macedonios eslavos, y en especial la policía, no reaccionaron con especial benevolencia.
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