El presidente De la Rúa recurre a un 'superministro' de Menem para frenar la crisis en Argentina

De la Rúa (que envía al anterior primer ministro, Chrystian Colombo, al frente de Interior) convocó a un acuerdo nacional a la oposición y a los sindicatos, que han organizado movilizaciones, incluida la huelga general, para esta semana.

La unánime cadena de rechazos en todos los sectores sociales que desató el anuncio del plan de ajuste económico el pasado viernes (con excepción de los grupos económicos que apoyaron públicamente las medidas) indica que el nuevo diseño del plan económico sólo podría ser aceptado si se suspenden, eliminan o modifican algunas de las decisiones. Éstas pretenden reducir en de 2.000 millones de dólares (más de 360.000 millones de pesetas) los gastos del Estado.

Entre mañana y el jueves Buenos Aires y las principales ciudades quedarán prácticamente paralizadas por la sucesión de actos de protesta. Los desocupados del Gran Buenos Aires marcharán mañana hacia la Casa Rosada; no habrá clases en todo el país mañana y el miércoles por la huelga de maestros y los tres principales sindicatos han convocado un paro general de actividades para el miércoles. Los estudiantes han tomado pacíficamente las sedes de las facultades de la Universidad de Buenos Aires.

La oposición y los partidos que integran la Alianza en el Gobierno esperaban la llegada de Cavallo para que reemplace o por lo menos supervise a López Murphy y eche atrás los recortes que afectan a la Educación y los subsidios a las provincias, "además de promover políticas activas, de crecimiento". Cavallo no estaba de acuerdo con el programa anunciado el pasado viernes, y el presidente extremó su gestión personal para que el llamado "padre de la convertibilidad" (la paridad establecida por ley del peso y el dólar que permitió derrotar la endémica inflación argentina) se integrara al Gobierno como primer ministro y complementara el plan con nuevas medidas.

El ex vicepresidente Carlos Álvarez y el ex presidente Raúl Alfonsín, líderes partidarios de la Alianza original que han retirado su apoyo al Gobierno, creen que será incompatible la convivencia de Cavallo y López Murphy. Con Cavallo en la jefatura del Gabinete, a mediano plazo podría comenzar a debatirse públicamente aquello que Álvarez y Alfonsín proponen y que han discutido en privado con grupos de economistas, es decir, una salida pactada y sin riesgos de lo que llaman "la cárcel de la convertibilidad" para atar el peso a una canasta de monedas como el yen y el euro, proyecto en el que también coincide Cavallo y que López Murphy considera "un error de proporciones impensables en la Argentina".