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EDICIÓN INTERNACIONAL

Dimiten el ministro del Interior y los miembros del Frepaso del Gobierno argentino

El temido y resistido plan rebaja los fondos presupuestados ya comprometidos para Educación, Seguridad Social, subsidios a provincias y afecta a toda la administración pública. El presidente argentino, Fernando de la Rúa, está dispuesto a poner en marcha el programa a través de decretos ley de necesidad y urgencia y a reformular la Alianza en el poder para salvar la resistencia del Congreso. El ministro del Interior, Federico Storani, elevó su renuncia al presidente "por los recortes en Educación" y era probable que también renunciara el ministro de Educación. También dimitieron Marcos Makón, ministro de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijides, vicejefa de Gabinete, Nilda Gararre, viceministra del Interior y Ricardo Mitre, secretario general de la presidencia.

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El ministro del Interior dimitido se formó políticamente en Franja Morada, el brazo estudiantil de la gobernante Unión Cívica Radical (UCR), y dedicó parte de su tiempo a la docencia en universidades públicas.

"Si no se aprueba, es el desastre y nos vamos", dijo anoche un portavoz del equipo económico. Desde la próxima semana el Gobierno suspenderá temporalmente 300.000 pensiones graciables, tratará de reducir por "retiro voluntario" el 30% de los empleados públicos, eliminará secretarías y subsecretarías, impondrá a fundaciones, cooperativas y todos los que aún permanecían exentos el impuesto a la renta, liquidará empresas que todavía pertenecen al Estado como la Lotería Nacional, la Casa de la Moneda, la administradora de fondos de pensiones del Banco de la Nación y, probablemente, las centrales nucleares y completará en el mediano plazo el ajuste extremo iniciado ya el pasado año cuando se rebajaran un 12% los salarios y se aumentaron las tasas de los impuestos.

El país quedó en suspenso y la tensión alcanzó su punto culminante poco después de las ocho de la tarde (hora local), cuando el ministro López Murphy, un liberal ortodoxo de 42 años, comenzó su discurso. "Yo quiero decirles a todos ustedes, en mis primeras palabras como ministro de Economía, que la imagen de una Argentina solidaria y en crecimiento, no es la fantasía de un discurso demagógico sino un futuro posible".

[En un breve mensaje emitido poco antes del anuncio del plan de ajuste de López Murphy, Fernando de la Rúa dijo que la "crítica y difícil" situación del país le obliga a actuar con "responsabilidad y patriotismo, al justificar el duro ajuste económico, informa Efe. "La larga recesión, el bajo crecimiento y el déficit de arrastre obligan a medidas excepcionales, afirmó".]

Solo, sin el respaldo político que iba a darle la presencia del Jefe del Estado, leyendo un texto, el ministro comenzó por ratificar la convertibilidad cambiaria que impone la paridad del peso con el dólar para despejar los rumores so+bre una supuesta devaluación de la moneda argentina: "quiero ser claro, lo diré una sola vez, salir de la convertibilidad sería un error de proporciones impensables en la Argentina".

Caída de la Bolsa

Para entonces ya se sabía que el índice promedio de las acciones líderes de la bolsa había vuelto a bajar y que el llamado "riesgo país", el plus que pagan los títulos de la deuda argentina por encima de la rentabilidad de los bonos de Estados Unidos, trepaba por encima de los 850 puntos y alcanzaba niveles superiores a los del pasado octubre cuando renunció el vicepresidente Carlos Álvarez, líder del Frente para un País Solidario (Frepaso) que reúne a sectores peronistas disidentes y socialistas.

Los operadores bursátiles traducían los números como una "advertencia del mercado" para que el ministro no cediera a las presiones políticas y llegara al hueso de la administración pública con el bisturí. El diario periódico Clarín recogió la opinión del "máximo responsable" de uno de los doce bancos más importantes de Argentina: "Esto es para que los políticos se den cuenta de quién manda. Y no somos los operadores, sino los inversores y el Fondo Monetario Internacional los que dicen que hay que bajar el gasto, y punto".

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