España excluye tajantemente la vacunación masiva

El Ministerio de Agricultura descarta por completo una campaña de vacunación masiva para proteger al ganado de la fiebre aftosa. La vacunación debería, en cualquier caso, ser autorizada por la Comisión Europea, pero el Gobierno español ni siquiera apoyará esa medida en el Consejo de Ministros de Agricultura que se celebrará en Bruselas el lunes, según aseguró ayer la secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina.

La responsable ministerial explica que la vacunación implicaría renunciar a toda exportación de carne durante 'dos años o más'. La normativa internacional impone una suspensión de dos años a las exportaciones de cualquier país que decida vacunar a su cabaña ganadera, y a ese plazo hay que sumar el largo periodo que seguramente supondría recuperar la confianza de los mercados exteriores. 'El sector ganadero español depende mucho de las exportaciones', afirma García Tejerina. 'Hasta la crisis de las vacas locas, por ejemplo, las exportaciones de vacuno daban cuenta del 25% de la producción'. Una cifra que el Gobierno espera recuperar.

La suspensión de las exportaciones se debe a dos razones. La primera es que es difícil (aunque no imposible) distinguir a un animal vacunado de uno infectado, ya que ambos tienen anticuerpos contra el virus. La segunda es que la vacuna impide el desarrollo de los síntomas, pero no siempre la infección por el virus, por lo que puede dar lugar a animales aparentemente sanos pero portadores del mal.

Sólo si llegara a darse en el país un número elevado de focos -es decir, una situación similar a la del Reino Unido, que ya ha superado los 250 focos-, España se plantearía una campaña de vacunaciones regionalizadas. Consistirían en destruir los animales en un radio de tres kilómetros del foco, y vacunar a los que estuvieran en un radio de siete kilómetros. Esta medida no se tomaría si sólo llegaran a darse unos pocos casos de fiebre aftosa en el país, asegura García Tejerina.

La posición española es muy similar a la de Bruselas, informa Carlos Yárnoz. La Comisión Europea es también radicalmente contraria a la vacunación masiva, y sólo se plantearía la autorización de vacunaciones regionalizadas en el caso de que se multipliquen los focos, según fuentes comunitarias. Bruselas calcula que hay unos 300 millones de animales susceptibles de desarrollar la enfermedad en la UE, mientras que los países miembros sólo disponen de 50 millones de dosis de vacuna, de las que sólo ocho millones son adecuadas para el tipo concreto de virus de la actual crisis.

Algunos científicos son más favorables a la vacunación masiva, informa Miquel Noguer. Es el caso de David Andreu, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de un proyecto europeo que está investigando en una nueva vacuna contra la fiebre aftosa. 'Un animal afectado produce anticuerpos contra más proteínas del virus que un animal que ha recibido la vacuna', asegura Andreu. 'Para distinguirlos sólo hace falta realizar análisis un poco más detallados'. El precio de estos análisis no es desdeñable, admite Andreu, 'pero serían infinitamente más baratos que los sacrificios masivos de ganado'.