Expertos de 28 países buscan soluciones para frenar la violencia escolar
Francia, a la cabeza del alumnado víctima o protagonista de incidentes
Sociólogos, criminólogos, psicólogos, políticos y profesores, en un total de 400, se han reunido durante tres días en París, en la sede de la Unesco, para discutir sobre La violencia escolar y la política pública. Procedentes de 28 países, han intercambiado experiencias y datos, conclusiones e hipótesis, lamentos y esperanzas para concluir si tiene sentido hablar de 'escuela santuario', es decir, de la posibilidad de aislar profesores y alumnos de las tensiones del mundo exterior.
Coincidiendo con el congreso saltó la noticia de Fanglin (China), donde más de cincuenta niños de entre ocho y nueve años morían al estallar su escuela fábrica de petardos, un trabajo que les servía para pagar su enseñanza.
La otra noticia que trastornó a los conferenciantes y les remitió a una dimensión de miseria moral, que no económica como en Fanglin, es la de la gesta de Charles Andrew Williams, de 15 años, que había arremetido en su californiana escuela de Santee contra sus camaradas empuñando una pistola. Dos muertos y 17 heridos es el balance de la acción de un adolescente angustiado por la falta de atención que le prestaba el mundo.
Víctimas y protagonistas
En París se hablaba de otra cosa, de una violencia cotidiana que es inquietante porque progresa y se intensifica. Hasta el próximo día 23 no existirá un documento de síntesis que permita tener una visión general de los muchos casos particulares expuestos. Sabemos, por ejemplo, que en los últimos dos años el 70% de los centros escolares franceses ha tenido que afrontar algún caso de violencia escolar, y esa denominación comprende desde el insulto grave hasta el asesinato. En 2000 fueron 500.000 los alumnos galos víctimas o protagonistas de incidentes violentos. Esos datos sitúan a Francia como el país europeo que mayores problemas tiene al respecto. Para Eric Debarbieux, profesor y fundador del Observatorio Europeo de la Violencia Escolar, 'los fenómenos de violencia escolar están vinculados a la desigualdad social y económica'.
En Gran Bretaña los díscolos parecen mejor integrados, puesto que casi un 34% de los jóvenes cree que las sanciones que imponen los profesores son justas, mientras en Francia sólo son un 19%.
Debarbieux ha detectado que las escuelas e institutos que logran hacer retroceder la violencia son aquellos que tienen un proyecto pedagógico claro y definido y un equipo docente y de dirección de calidad. Para este profesor preocupado por la cuestión, está claro que no todo se explica a partir de la composición social de las clases o de la localización geográfica del centro. Debarbieux sabe que son los institutos de los barrios populares los que presentan más casos de violencia escolar y de exclusión, pero no quiere desesperarse y pensar que el único remedio consiste en cambiar el mundo.
En España, la última concentración contra la violencia escolar fue la protagonizada el pasado día 6 por unos mil profesores de primaria y secundaria de la provincia de Málaga para exigir a la Junta de Andalucía que 'salga de forma más decidida en defensa de cualquier profesor que sufra una agresión y se persone jurídicamente en los casos'.
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