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La crisis vacía el presupuesto en Alemania

El Ministerio de Agricultura se resiste a los planes de Bruselas para el segundo semestre porque afirma que supondría quedarse sin fondos para la reestructuración agraria

Tras su impetuoso desembarco en la reformada cartera de Protección a los Consumidores y Agricultura, a mediados de enero, la ministra verde Renate Künast tiene que constatar cómo la crisis de las vacas locas está vaciando su Presupuesto hasta el punto de poner en peligro la prometida reorientación de la política agraria.

'Para la destrucción de harinas cárnicas ya producidas hemos destinado 190 millones de marcos (16.163 millones de pesetas), mientras que para la eliminación de los cadáveres de los animales aportaremos otros 680 millones (57.849 millones de pese-tas)', comienza a enumerar uno de sus portavoces.

Ulteriores pagos por 326,5 millones de marcos (27.776 millones de pesetas) se prevén para financiar las pruebas rápidas del mal de las vacas locas -en Alemania, las reses son examinadas a partir de los 24 meses-, y otros 360 millones de marcos (30.625 millones de pesetas) para la compra y posterior incineración de hasta 400.000 animales con miras a estabilizar el mercado. En total, un 14,2% de todo el presupuesto agrario germano.

Ante semejante sangría, la ministra se está resistiendo fuerte-mente en contra de los planes de la Comisión Europea de proce-der a un nuevo saneamiento de mercado en el segundo semestre del año, que implicaría financiar la matanza de 1,2 millones de vacunos adicionales en toda la zona euro.

En caso de tener que pagar por ello cerca de 180 millones de marcos más (15.313 millones de pesetas), ya 'no quedaría un centavo para la reestructuración agraria', remarcó la semana pa-sada Künast, quien quisiera mover a sus colegas europeos a de-jar de subsidiar la ganadería intensiva y, en general, optar por una agricultura con criterios mucho más ecológicos.

Los ganaderos

Para los 218.000 ganaderos vacunos, la crisis de las vacas locas podría suponer costes de cerca de 4.000 millones de marcos (340.287 millones de pesetas), según calcula la Unión Agricultora Alemana (DBV). Y es que en ningún otro país europeo el consumo de carne de res ha caído tanto como en Alemania.

El sacrificio de animales en los mataderos se ha desplomado en cerca de un 50%, y la patronal de la industria cárnica estima que el consumo de carne vacuna temporalmente alcanzó a caer hasta un 80%, arrastrando consigo a los precios, que han cedido un 25%, según la asociación de empresarios.

Paralelamente, sin embargo, la carne de pollo y de cerdo, e incluso los embutidos, ha subido de precio, y esto puede compensar las pérdidas de muchos productores, según resalta el Ministerio de Protección de los Consumidores y Agricultura.

El primer caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) se descubrió en Alemania el 24 de noviembre pasado. Y hasta la fecha, el mal se ha descubierto en 44 reses.

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