'Harry Potter y el cáliz de fuego' llega hoy a las librerías con 70 fiestas

Como diría George Steiner, apaguen la tele, cojan a los niños y pónganse a la cola. Hoy, 9 de marzo, es el día d. La hora h, 19.45. En ese preciso momento se desvelará a crédulos, incrédulos e indiferentes el cuarto misterio de Potter.

Tras varias semanas de ansiosa espera, miles de reservas previas de ejemplares (pagando mil pesetas por adelantado), calendarios con la cuenta atrás, preparación de 70 fiestas en otras tantas librerías españolas y concursos de portadas y relatos, por fin niños, adolescentes y adultos más o menos enganchados al mágico efecto Potter podrán ver la portada (guardada en celoso secreto) y empezar a degustar las 640 páginas de la cuarta entrega de la saga (hay siete novelas previstas) protagonizada por el adolescente Harry Potter, aprendiz de mago y brujo, niño bueno y malo, cobarde y valiente, héroe solitario que cumple 14 años en El cáliz de fuego.

Todos los indicios, críticas y lectores dicen que ésta es la mejor de las cuatro, que J. K. Rowling, una atractiva escocesa de 35 años, madre soltera de una niña de siete llamada Jessica, con una historia de penuria, desamor (se divorció con trauma de un periodista portugués) y éxito digna de un culebrón, ha logrado superarse a sí misma y alcanzar la perfección que anhelaba desde niña, cuando leía y leía libros infantiles de la biblioteca de su casa y los cerraba desencantada, pensando que estaban llenos de fallos y que algún día ella escribiría el libro perfecto, las aventuras más interesantes y mejor contadas.

'Lo ha hecho, pero ahora no es tan feliz como antes, el éxito descomunal le ha cambiado la vida', dice Sigrid Kraus, la editora de Salamandra, antes Emecé. Kraus, por su parte, está radiante, 'preparando el retiro', dice bromeando. En España se han vendido en total unos 600.000 ejemplares de los tres libros anteriores, a razón, más o menos, de 200.000 por cada título. Y la misma cifra se ha liquidado ya en Latinoamérica.

Los números hispanos, siendo magníficos, están lejos de Estados Unidos (42 millones), Reino Unido (12 millones) y Alemania (10), pero bastan para que Kraus no entienda por qué ninguno de esos tres títulos ha estado hasta ahora en el número uno de las listas de ventas, 'como sucede en media Europa, si han vendido tanto como Pérez-Reverte o el Premio Planeta'.

La editora lo achaca a 'presiones lógicas', pero destaca que el fenómeno ha calado más hondo en español que en italiano (500.000 ejemplares), japonés (950.000) o chino (550.000).

Así, niños como María S., de nueve años, estarán hoy esperando todo el día a que den las 19.45. María ha leído 'dos veces' cada libro de Potter. Dice que se lo recomendó su prima Blanca después de ver en la prensa un artículo que se llamaba Harrypottermanía, que se animó a leerlo, que Harry es diferente a todos los demás libros, que le gusta más el segundo (La cámara secreta) y que lo mejor de Potter es que 'es un niño normal, ni guapo ni feo, que hace comentarios como los que hacemos nosotros; no habla como un niño raro'.

¿Pero está solo? María, que niega las acusaciones de empollona y es una lectora un poco más joven que la media, responde lo siguiente: 'Si está en casa está muy solo con su familia, los Dursley. Sin embargo, en Howarth tiene muchos amigos. Los mejores son Ron y Hermione'. Ya lo saben.