Un fallo que es un retroceso

La decisión del juez federal Gabriel Cavallo de declarar inconstitucionales las leyes de punto final y de obediencia debida es un lamentable retroceso en la marcha hacia la consolidación de una sociedad que quiere superar los dolorosos desencuentros del pasado y avanzar por la senda de la convivencia pacífica, de la reconciliación de los espíritus y del respeto irrestricto a la seguridad jurídica.

(...) Revivir hoy las sombras de esa etapa de frustraciones y desencuentros es atentar contra la posibilidad de que la Argentina consolide definitivamente su recuperación, amenazada actualmente por una crisis política, social y económica de inocultable profundidad.

Es cierto que hace veinticinco años, durante la lucha contra la subversión, se perpetraron desde las estructuras del Estado crímenes inaceptables. (...) Los desaparecidos del último gobierno militar fueron víctimas de viles e inadmisibles agravios. Nadie duda de ello. Pero siempre debería recordarse que la llamada guerra sucia se desencadenó por la agresión de las organizaciones subversivas y que las responsabilidades por los extravíos de esa hora fueron compartidas por muchos sectores de la comunidad nacional.

(...) En lo que toca a lo estrictamente jurídico, debe tenerse en cuenta que las normas que el juez Cavallo ha declarado inconstitucionales fueron, en rigor, verdaderas leyes de amnistía, aunque no se les haya dado ese nombre. (...) Pero más allá de lo específicamente jurídico, debe lamentarse que se sigan poniendo obstáculos en el camino hacia la reconciliación nacional.

Buenos Aires, 7 de marzo