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La incertidumbre ante la cuota de pantalla rompe el consenso de la industria del cine

Exhibidores y productores se enfrentan por el punto más polémico de la Ley del Cine

Elsa Fernández-Santos

José María Martínez-Tercero Moya, presidente de la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España, señalaba ayer ante la Comisión de Educación y Cultura en el Congreso: 'La desaparición de la cuota de pantalla no es una arbitrariedad. Fue el fruto de un pacto de más de 15 meses entre las tres ramas de la industria'.

Para Martínez-Tercero, representante de un gran número de exhibidores, la noticia de que el director general de Cine, José María Otero, había dicho el día anterior ante esa misma comisión que la desaparición ya no será 'automática' dentro de cinco años y que, llegado ese momento, se estudiará su futuro, ha sido 'una sorpresa'. Para Martínez-Tercero, se ha roto el pacto que unía a todas las partes implicadas ante la futura ley.

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'Manteniendo la cuota de pantalla', continuó Martínez-Tercero, 'lo único que se consigue es exihibir cine europeo malo. La cuota de pantalla vulnera la libertad de mercado, es anticonstitucional, y además, inútil para el cine español', añadió.

Dos por una

La cuota de pantalla, que aunque ya existe se empezará a aplicar correctamente una vez aprobada la ley (que hará efectivas las sanciones a los que no la cumplan), exige el estreno de una película española o comunitaria por cada tres de terceros países, o sea, principalmente norteamericanas. En España, donde se estrenan más de 500 películas al año, el 80% es cine de Hollywood. Ayer, los defensores de protegerse ante esta avalancha pidieron que incluso se aumente el porcentaje: para que la cuota funcione de verdad, según ellos, debería ser de dos por una y no de tres por una.

Tanto el grupo socialista, representado por Joaquín Leguina, como Convergència i Unió, representado por Ignasi Guardans, insistieron en preguntar a los profesionales sobre la correcta aplicación de esta norma y por el interés del sector por mantenerla como sistema de protección. 'Se hablaba de consenso en el cine español, pero, por lo que estamos escuchando, aquí ese consenso ni se percibe', apuntó Guardans. A la pregunta de Joaquín Leguina a la presidenta de la Academia de Cine, Marisa Paredes, de si ella cree que la mayoría de los académicos apoyan o no la cuota de pantalla, la actriz fue clara: 'Absolutamente, con mayor o menor entusiamo, todos están de acuerdo en que es necesaria'.

Si para Martínez-Tercero esta medida protectora 'corta la libertad de comercio', para el presidente de los productores, Eduardo Campoy, lo que corta la libertad de comercio es precisamente que no exista. 'Debemos legislar sin vergüenza', afirmó Campoy. 'Soy radical con este asunto', añadió. Campoy coincidió con Marisa Paredes; Fernando Méndez Leite, director de la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid; y Enrique González Macho, productor, exhibidor y distribuidor, en calificar la cuota como algo 'imprescindible para sobrevivir'. 'El libre mercado no existe', afirmó Marisa Paredes. 'En España, Tom Cruise habla español mientras que Javier Bardem tiene que aprender inglés para existir en EE UU. Si desaparece la cuota de pantalla, habrá que buscar fuertes medidas correctivas'.

Enrique González Macho, productor, distribuidor y propietario del tercer circuito de exhibición de España, aseguró que no entendía el hecho de fijar un plazo para la desaparición de la cuota de pantalla, un plazo que, dijo, pone al cine español 'en el corredor de la muerte y con fecha fijada para la ejecución'. En este sentido, habló de la necesidad de 'tomar conciencia nacional sobre el audiovisual', frente a las multinacionales americanas, que, dijo, 'van a llegar hasta donde se les permita'.

La compra de lotes

Eduardo Campoy denunció entonces una de las prácticas ilegales de las que más se habla y de las que menos se puede demostrar: la compra de lotes de películas norteamericanas. Campoy dijo ayer que es una norma común que no sólo admiten las salas de cine, sino también las televisiones. 'Y, curiosamente, el caso más escandaloso de compra de lotes lo hacen en España las televisiones públicas y no las privadas'. Con él coincidió el ex director general de Tele 5 y actual consejero delegado de la productora multimedia Árbol, Mikel Lejarza, quien añadió: 'De todas las televisiones, son las cadenas públicas las que emiten más cine norteamericano y menos ficción española'. Lejarza insistió en la importancia de las series de televisión españolas, pero Marisa Paredes señaló despues: 'En Brasil hay miles de culebrones por tres películas al año. Las series no crean industria'.

El proyecto de Ley del Cine pone especial énfasis en la relación entre cine y televisión, pues obliga a las cadenas a invertir el 5% de su cuenta de resultados en producción, y, de esa cantidad, el 60%, en cine español. Este 60% es, para el cineasta y presidente de la Sociedad Genereal de Autores y Editores, Manuel Gutiérrez Aragón, uno de los puntos fundamentales de esta nueva ley: 'Si se consigue que las televisiones cumplan su compromiso de inversión en cine, dentro de unos años nos olvidaremos de la famosa cuota'.

Manuel Gutiérrez Aragón, en el Congreso.
Manuel Gutiérrez Aragón, en el Congreso.MIGUEL GENER

Situación surrealista

El cineasta y presidente de la Sociedad General de Autores y Editores, Manuel Gutiérrez Aragón, lamentó ayer que la cuota de pantalla se haya convertido en el tema principal de la futura Ley del Cine. 'No es un tema decisivo para proteger el cine, no es la panacea, porque si lo que se quiere es que ese colchón de seguridad funcione de verdad, entonces tendría que aumentarse del tres por uno al dos por uno'. 'Todo esto es un poco extraño', continuó Gutiérrez Aragón; 'al parecer, la cuota desaparecerá en cinco años, pero, por lo que dijo aquí mismo el señor director general de Cine, no desaparecerá, pero sí desaparecerá. En fin, todo es muy raro, muy surrealista; pero, claro, el surrealismo y el cine van de la mano'. 'El problema de esta ley', dijo más tarde Enrique González Macho, 'es que no sabemos qué ocurrirá hasta que no se lleve a la práctica, la cuota es uno de los escasos puntos concretos del proyecto y por eso es de los pocos que se pueden discutir. Pero con el resto hay que esperar a que la ley se aplique, a la práctica, para saber si funciona o no'. Fernando Méndez Leite quiso señalar lo que 'al parecer muchos olvidan: que el cine es cultura'. Mientras el empresario Martínez-Tercero insistía en que es 'un negocio, y para todos', el director de la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid recordó que es 'un lenguaje' del que los más jóvenes, ante la avalancha de cine americano, no saben discernir ni conocer con un formado sentido crítico.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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