Julián Marías afirma que España es el país europeo donde se leen más libros de pensamiento

La llegada de la democracia a España no supuso un cambio cultural brusco, aunque sí trajo 'cambios importantes en continuidad'. Esto es lo que opina el filósofo Julián Marías (Valladolid, 1914), quien impartió ayer una conferencia, sin papeles, en la Academia de la Historia sobre los últimos 25 años de la cultura española. Según Marías, la prueba de que a partir de 1975 no se produjo una ruptura cultural brusca es que la transición no destapó 'ni mucho ni poco' libros y autores que mucha gente suponía que estaban reprimidos por miedo a la dictadura.

El regreso a España de intelectuales emigrados, la mayor participación en la vida cultural de personas que antes permanecían relegadas, la despolitización cultural que impulsó Juan Carlos I, la mayor presencia de lo extranjero o el aumento del censo de intelectuales son las luces que los 25 años de democracia han proyectado sobre la cultura. En el capítulo de las sombras, Marías señaló la politización de los medios de comunicación y el 'retroceso intelectual' que ha supuesto el 'fuerte nacionalismo' de algunas comunidades autónomas.

La conclusión del que fuera discípulo, amigo y principal continuador de la obra de Ortega, es que la situación actual de la cultura española es 'en conjunto, muy buena y mejor que la media europea'. Estima Julián Marías que 'España es hoy el país europeo en el que se leen más libros de pensamiento'.

Otro factor positivo de la cultura española es lo que el filósofo llamó 'el espesor del presente', lo que significa que a diferencia de lo que sucede en otros países, en España se sigue leyendo a autores muertos hace mucho tiempo, como Galdós, Clarín o la generación del 98, 'autores más vivos que muchos vivientes', señaló.