Villalobos defiende su actuación contra las 'vacas locas' dos meses después de estallar la crisis

'Es tiempo de ser prudente, y usted ha venido hoy a esta comisión como una modosa colegiala', fue el saludo de la diputada del PNV Margarita Uría a la ministra. Desde CiU, Zoila Riera le dijo que 'no fue prudente en sus manifestaciones, pero algo de razón tenía'. Carlos Aymerich, del BNG, interpretó que 'muchas críticas que le han hecho desde su partido son machistas'. Quien más le recordó aquellas manifestaciones fue el portavoz socialista Alfredo Arola, que la acusó de sumar a la crisis de las vacas locas otras dos: una de información, 'por el recurso fácil a la frivolidad', y otra de gestión, 'por la disparatada gestión de la crisis de las vacas locas'.

La ministra dio carpetazo al moderado discurso que traía preparado y, en la réplica, se defendió con un contraataque dirigido principalmente al PSOE. 'Les dije a las amas de casa que desconfiaran de las gangas, y el PSOE lo convirtió en que yo defendía comer sólo solomillo. Recomendé no utilizar huesos de espinazo y el Comité Científico de la UE ha acabado prohibiéndolo', argumentó. Villalobos aseguró que las gangas contra las que ella previno son las que provienen de 'venta de carne fuera de los circuitos autorizados', es decir, mataderos ilegales como los que supuestamente ha descubierto la Guardia Civil.

En esta defensa de sus declaraciones, Villalobos introdujo un nuevo elemento para la polémica: la colza. Y recordó: 'Hace 20 años se puso a la venta, en puestos ambulantes, un supuesto aceite de oliva de ganga que resultó ser de colza desnaturalizado. Muchas amas de casa pensaron que compraban una ganga y se encontraron una tragedia'. Para evitar que nada parecido vuelva a ocurrir, subrayó, hay que tomar todas las precauciones.

Esta comparación de las vacas locas con la colza fue muy criticada por el BNG. Villalobos replicó que no pretendía comparar la crisis de la colza con ésta, sino sólo subrayar que con 'cuestiones de salud alimentaria todas las precauciones son pocas'.

El debate sobre las vacas locas continuó por la tarde en el Pleno, donde fueron interpelados, además de Villalobos, los ministros de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y de Medio Ambiente, Jaume Matas. El diputado Jaime Blanco se confundió con la pregunta planteada a la titular de Sanidad, extremo aprovechado por ésta para contraatacar, en su línea de la mañana, al PSOE. 'Nadie me ha mandado callar', contestó a las acusaciones de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, había impuesto el silencio a la ministra.

Su compañero en Agricultura tuvo que responder a las acusaciones de que recomendó la exportación de las harinas animales prohibidas al Tercer Mundo. Arias Cañete negó la mayor y dijo que lo que ha hecho es subvencionar la retirada y eliminación de harinas. La pregunta del PSOE a Jaume Matas se dirigió a los efectos para el medio ambiente de la eliminación de materiales de riesgo. La respuesta fue muy fácil: recordó al grupo socialista que las autonomías del PSOE han respaldado el plan del Gobierno para esa eliminación.

A última hora, el Congreso debatió dos interpelaciones, de PSOE e IU, al vicepresidente primero, Mariano Rajoy, también sobre las vacas locas. El vicepresidente hizo repaso de las medidas adoptadas por el Gobierno, anunció que todas las que se tomen en el futuro se harán en coordinación con la Unión Europea y recuperó el argumento de Villalobos por la mañana para pedir a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos que asuman su responsabilidad. El vicepresidente destacó la 'discrepancia' del PSOE entre las posiciones que defiende en Madrid y las que mantiene en las autonomías en las que gobierna. '¿Por qué todas las comunidades autónomas han apoyado las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para atajar esta crisis?', se preguntó, para responderse a continuación: '¿No estaremos ante un problema similar al de...? No se lo digo para que no se enfade', aseguró, en referencia al Plan Hidrológico Nacional.

Rajoy subrayó que uno de los problemas más importantes es la eliminación de los materiales específicos de riesgo (MER). Anunció que el Gobierno va a aprobar un real decreto para 'facilitar el trabajo de las cementeras y de las centrales térmicas' que colaboren en la incineración de estos residuos.