Carmen Iglesias ensalza el interés de los españoles por la cultura en los últimos años

Una sala repleta esperaba ayer a Carmen Iglesias, historiadora y académica por partida doble, de la Academia de la Historia, desde 1989, y de la Academia Española, en la que está pendiente de leer el discurso de ingreso. Le tocaba abrir el bloque cultural dentro del ciclo Veinticinco años de reinado de don Juan Carlos I, que tiene lugar en la Academia de la Historia. Tutora también de la infanta Cristina y profesora del príncipe Felipe, recibió una llamada por el móvil de su alumno disculpando su ausencia antes de empezar la intervención.

Carmen Iglesias centró su discurso en los cambios culturales de la sociedad española en los últimos treinta años. Como cambios culturales entiende 'el sistema vital de las ideas de cada periodo', citando a Ortega y Gasset. Y suscribió rotundamente que 'hoy es verdad que España es otra'. Uno de los cambios más llamativos tiene que ver con la sensibilidad cultural. 'En los años setenta apenas había una preocupación cultural. Salvo un 18% de la sociedad, universitaria y de clase media, el desinterés era total. Hoy eso contrasta mucho con la llamativa concurrencia a museos y conferencias'.

Otro fenómeno nuevo es el alto grado de autosuficiencia de los españoles. 'La sociedad española es en la actualidad más confiada y se ve a sí misma satisfecha con lo que hace. Eso supone que es una sociedad más abierta y con una relativa salud mental, algo que hace tres décadas, en un momento de cierta inestabilidad, no existía. Esta confianza es un signo propio de las sociedades desarrolladas e industriales frente a las tradicionales, que son más desconfiadas'.

La pérdida de la influencia de la Iglesia en las actitudes morales de los españoles es otro de los cambios radicales que se han producido en los últimos 30 años, a juicio de Iglesias. 'No es que hayan dejado de ser religiosos, porque la mayoría de los españoles declara serlo, pero el peso de la Iglesia en los años noventa no tiene nada que ver con el que ejercía en los años setenta'.

Iglesias calificó de 'drástica' la transformación de la situación de las mujeres. 'Dos siglos llevamos con ello', ironizó. 'En los años setenta, salvo ese 18% de la sociedad avanzada, entre la que me incluyo, las mujeres eran conformistas y tenían bastante malestar psicológico. Sus actitudes políticas y los hábitos sociales eran muy diferentes respecto a los hombres. Hoy, en cambio, las actitudes de ambos sexos son mucho más convergentes'.

Estas profundas transformaciones de la sociedad española hunden sus raíces en la tradición liberal, 'que se recuperó rápidamente a partir de los años setenta', y en el desarrollo económico iniciado en los años sesenta. Como asignatura pendiente de la sociedad española, Iglesias citó una mayor cultura cívica. 'Sólo cuatro de cada 10 españoles están convencidos de la bonanza de pagar impuestos', concluyó bajo un cuadro de Felipe V, el fundador de la Academia de la Historia.