Zapatero encarga a su ejecutiva un plan hidrológico alternativo

La dirección del PSOE confía en que Andalucía no pase, junto a Castilla-La Mancha y Extremadura, gobernadas por socialistas, a engrosar las comunidades que han dado el sí al Plan Hidrológico Nacional (PHN) en su fase de consulta. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, encargará hoy a su ejecutiva la puesta en marcha de un plan alternativo al que presente el Gobierno en el Parlamento el próximo viernes.

Zapatero quiere que formen parte del equipo de trabajo representantes de todas las federaciones socialistas, dirigidos por la responsable federal de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

'Todas las federaciones han trabajado juntas con la ejecutiva desde hace meses, pero todo se alteró hace tres días cuando el Gobierno empieza a levantar el listón con ofertas en inversiones imposibles de rechazar', señala Narbona. A la pregunta de si no le ha molestado esta actitud, repite que 'sean o no virtuales esas ofertas son imposibles de rechazar para un presidente de comunidad'. Tanto Narbona como otros miembros de la ejecutiva eluden responder si el PHN ha creado el primer problema interno para la nueva dirección del PSOE.

La respuesta es criticar al Gobierno, asegurar que el plan es obsoleto, mostrar dudas respecto a que vayan a cumplir cuando se convierta en proyecto de ley -'No hay compromisos temporales ni se explican las fórmulas de financiación', dice Narbona- y que incluso dudan de que la UE vaya a financiar la parte que le correspondería al ser un proyecto 'alejado de los principios europeos sobre la gestión del agua'. Esta dirigente socialista afirma que de la reunión de hoy de la ejecutiva saldrán 'las directrices' de la enmienda a la totalidad con texto alternativo que el PSOE presentará en el Congreso 'y que apoyarán todos los parlamentarios socialistas'.

Esta seguridad en que el PSOE votará a favor de su propio texto y en contra del gubernamental les hace minimizar el conflicto. 'El Consejo Nacional del Agua es consultivo y no vinculante, y Castilla-La Mancha y Extremadura han votado como gobiernos y no como representantes de partido', explica Narbona casi con las mismas palabra que han pronunciado los interesados. Además, lo importante para la dirección federal está en la 'cohesión' que va a producirse en torno al plan socialista en el que, por supuesto, figurarán las promesas de inversiones que el Gobierno ha hecho a Castilla-La Mancha y Extremadura.

División

Pero el Gobierno ha conseguido en parte sus objetivos de que el PSOE se presente dividido ante el PNH. La única baza que no ha obtenido es la de la expresión de la divergencia, ya que ningún dirigente federal del PSOE ha tenido una palabra de reprensión hacia los gobernantes socialistas de Castilla-La Mancha y Extremadura por haber dado el sí en el Consejo Nacional del Agua. En correspondencia los presidentes José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra han explicado que se deben a sus ciudadanos y no al PSOE, y que la disciplina la mostrarán en el Parlamento cuando tengan que votar. 'Los diputados y senadores socialistas votarán como un bloque de cemento sin fisuras', asegura el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.

Y votarán que no al texto global pese a que en el anexo de inversiones se encuentren las partidas en infraestructuras para sus comunidades que, precisamente, les han hecho dar el sí en el Consejo del Agua. La dificultad de explicar esta dicotomía no arredra ni a la ejecutiva federal ni a los afectados al aparentar que una situación así es de lo más normal y, sobre todo, 'lógica', como dice el propio Zapatero.

En la ejecutiva de hoy, presidida por Manuel Chaves, a su vez presidente de la Junta de Andalucía, le preguntarán si Andalucía, que votó negativamente en el Consejo del Agua, puede variar de opinión. La pregunta no es baladí ya que se tiene constancia de que la ofensiva del Gobierno va ahora hacia esa comunidad con ofertas muy atractivas para Almería. La vicesecretaria general del PSOE, María del Mar Moreno, dice: 'Andalucía vota que no, ya que el Gobierno, al contrario de lo que ha hecho con Extremadura y Castilla-la Mancha, no ha satisfecho ninguna de las reivindicaciones de la región'. Por tanto, la ejecutiva federal es consciente de que si fueran satisfechas Andalucía también votaría que sí. El Consejo Andaluz del Agua se reúne mañana.