Bruselas decide hoy si prohíbe el chuletón y si reduce la edad para analizar a las reses
Los ministros de Agricultura renuevan el plan contra las 'vacas locas' en un consejo decisivo
La norma comunitaria, aprobada por el anterior consejo de ministros de Agricultura del 4 de diciembre, establece la obligación de someter a la prueba de detección del prión de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) a las vacas mayores de 30 meses destinadas a la cadena alimentaria, ya que antes es difícil la detección del prión. La Comisión Europea, sin embargo, ya ha lanzado la idea de reducir ese límite a los 24 meses, un periodo de tiempo mucho más acorde con la opinión científica.
El cambio de opinión se produce después de que Alemania haya decidido unilateralmente bajar el listón a los 24 meses. Otros países, como España, parecen dispuestos a afrontar este nuevo reto, lo que supondría someter a la prueba a 40.000 reses más al año.
Los ministros de Agricultura de los Quince tendrán también sobre la mesa el informe del Comité Científico Director que ellos mismos encargaron sobre el riesgo de la columna vertebral de las vacas. Según ese informe, difundido a mediados de enero, la columna debería ser destruida por el riesgo de contaminación que entraña su cercanía a la médula espinal. De momento, viene a decir el informe, lo mejor sería olvidarse del chuletón de vaca, salvo que éste venga cuidadosamente deshuesado del matadero. Francia, por su parte, ya ha tomado esta medida de precaución sin esperar una norma comunitaria.
Los ministros de Agricultura llegan a Bruselas con informes preliminares propios sobre el cumplimiento que en cada uno de sus países se ha hecho del plan de choque contra las vacas locas iniciado el 1 de enero pasado. El informe español indica que se están aplicando todas las medidas dictadas, que se están realizando 7.000 pruebas de detección a la semana y que se están encontrando 'los problemas propios de un plan de urgencia de estas características'.
Faltan incineradoras
Como indica una fuente comunitaria, la ausencia de laboratorios para analizar todas las pruebas y la incapacidad para incinerar todas las reses destruidas es un problema que aqueja a prácticamente todos los Estados miembros de la UE.
El comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, expondrá a los ministros la necesidad de cambiar la política agraria común (PAC). El comisario aseguraba este fin de semana en Le Monde que la crisis le va a costar a Europa 3.000 millones de euros (cerca de medio billón de pesetas) y que el presupuesto previsto es de sólo 1.000 millones. El problema de la UE es que su gasto agrícola consume el 45% del gasto comunitario y que hay un compromiso político, marcado en Berlín, de no aumentar dicho gasto. Pero el mensaje de Fischler no es sólo económico. La crisis de las vacas locas ha puesto en entredicho el sistema de explotación intensiva europeo en el que el engorde del ganado a base de harinas cárnicas ha originado un riesgo sin precedentes.
La reunión de hoy se produce sólo unos días después de que el comisario de Sanidad y Consumo, David Byrne, criticara duramente a varios países europeos, como España o Alemania, por incumplir y obstaculizar las medidas contra la EEB. España, en efecto, ha mantenido un bloqueo a la prohibición de los materiales específicos de riesgo (MER) durante cuatro años.
Byrne se entrevistará esta mañana con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, antes de comenzar el consejo de ministros. 'Como no hay ningún acuerdo previsto, todas las posibilidades están abiertas', explica una fuente diplomática española, que añade: 'España está dispuesta a ir tan lejos como sea preciso'.
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