Gobierno y veterinarios elaboran un certificado propio que garantice la salud del ganado vacuno que va al matadero

El Gobierno y los veterinarios vascos han acordado unos modelos propios de certificados para garantizar la salud del ganado vacuno antes de ser sacrificado. La diferencia con el certificado estatal es que en la comunidad autónoma los veterinarios deberán garantizar que los animales con destino al matadero no presentan síntomas del mal de las vacas locas y de ninguna otra enfermedad contagiosa, sin exigirles que garanticen que las reses no han mostrado en los 30 días anteriores a su sacrificio señales de la enfermedad, tal y como exige la normativa estatal. Los veterinarios de algunas comunidades se han negado a expedir los certificados o lo han hecho cometiendo alguna irregularidad (como no observar las reses), porque no pueden saber si el animal ha mostrado algún síntoma a menos que lo hayan seguido durante los 30 días anteriores a su traslado al matadero. La normativa del Gobierno central es de obligado cumplimiento, pero Euskadi ha podido elaborar un certificado propio al disponer de competencia plena para su aplicación. Junto a este documento, la res también deberá llevar una declaración jurada del ganadero en la que asegure que el animal no ha realizado ningún tratamiento distinto de los autorizados por el veterinario de la explotación. Ante el anuncio de que Madrid aplicará una tasa en la carne para costear la crisis de las vacas locas, Gerenabarrena aseguró que el Ejecutivo vasco no fijará ninguna tarifa este año. Mientras, las sidrerías y asadores se resisten a pensar que dejarán de servir chuletón de vaca si la UE dictamina que su consumo puede ser peligroso. Unas y otros garantizan la calidad del producto.