Preparada para el nuevo siglo
En el último año del siglo XX se ha producido una intensa actividad en el sector de la construcción y, como consecuencia inmediata, en la fabricación de cemento, con un nuevo máximo histórico de consumo en España, y lo mismo ha sucedido en Euskadi, donde el crecimiento del consumo con relación a 1999 habrá sido próximo al 10%.
Hay que tener en cuenta, además, que la producción de las tres fábricas vascas habrá sido de unas 1.800.000 toneladas, y que hay un flujo claramente positivo hacia otras comunidades autónomas próximas, como Cantabria, La Rioja y Castilla y León, y también de exportación. Es clara, por tanto, la capacidad holgada de suministro en esta etapa de máximos.
Es interesante además considerar otros aspectos. Aunque podría parecer, con los 150 años de Cementos Rezola, y los 83 años de Cementos Lemona, que se trata de industrias anticuadas, lo cierto es que se trata de empresas plenamente adaptadas a las últimas innovaciones.
Así lo demuestran los 15.000 millones de pesetas de inversión en los últimos cinco años, que incluyen equipos de análisis continuo que facilitan que todos los cementos producidos tengan el certificado de calidad Aenor y que estén plenamente adaptados a la norma europea que entrará en vigor próximamente.
Las fábricas de Arrigorriga y Añorga de Rezola disponen de certificación de adaptación a la norma de calidad ISO 9001, y la de Lemoa, de Cementos Lemona, lo obtendrá este año. Se desarrollan en las tres fábricas procesos de mejora continua, con especial dedicación al campo medioambiental, y si la fábrica de Lemoa cuenta ya con el certificado de adaptación a la norma 14001, las de Arrigorriaga y Añorga lo obtendrán este año. Esto demuestra el profundo cambio producido en los últimos años en este campo; las instalaciones cumplen en los aspectos fundamentales la directiva europea IPPC (Control Integrado de la Prevención de la Contaminación), adelantándose al período de adaptación previsto para el año 2007.
La sociedad Industrias del Cemento, participada por ambas cementeras, desarrolla el proyecto de una planta integral de productos cementeros, para el concurso que prepara la Autoridad Portuaria de Bilbao, que permitirá utilizar de nuevo la utilización de escorias de alto horno, como se hacía hasta el cierre de Altos Hornos de Vizcaya, y que facilitará la explotación de cementos y escoria molida.
En resumen, la industria vasca del cemento se encuentra plenamente dispuesta, en las mejores condiciones técnicas, de calidad y medioambientales, a cooperar en el desarrollo del país en un área de tanta importancia económico-social como la construcción, dentro de los planes de desarrollo sostenible y de regeneración urbanística, industrial y de servicios que afronta Euskadi en este inicio del siglo XXI.
Nicolás Gaminde es director general de Cementos Lemona.
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