La brecha digital

En España existe una clara correlación entre el nivel de riqueza relativa de las comunidades autónomas y el grado de acceso a Internet. Seguramente para evitar que esas diferencias se perpetúen, la Junta de Extremadura ha concebido un ambicioso proyecto de dotación de líneas de banda ancha que lleguen hasta el último rincón de la región, junto con un programa de alfabetización informática que permita a los extremeños utilizar todas sus posibilidades, especialmente durante el periodo escolar. Se trata de evitar que vuelva a pasar una nueva ola de innovación tecnológica en beneficio de otros que tienen más medios o más iniciativa. La Junta sacó a concurso la red regional y acaba de resolverlo a favor de Retevisión.

El analfabetismo informático es un fenómeno tan real, y tan dañino, como el analfabetismo literario. Las sociedades más desarrolladas tienen recursos suficientes para ponerse al día de forma casi espontánea, mediando únicamente el interés de los propios ciudadanos y la iniciativa de empresarios y educadores. Pero, en el caso de sociedades alejadas de los principales focos de innovación, el papel de las autoridades políticas resulta crucial en la movilización de energías que no se pondrían en acción sin un impulso externo. En este sentido, pocos usos de los dineros públicos pueden estar más justificados que éste.

La llamada brecha digital constata el aumento de la distancia entre países y entre sectores que deriva de la mayor o menor velocidad con que se produce su incorporación a las nuevas tecnologías. Ocurre, sin embargo, que puede ser más fácil recuperar lo perdido en el campo de las tecnologías digitales que en otros más tradicionales. Es más fácil y menos costoso disponer de un PC y una línea telefónica que de una buena biblioteca. De ahí que Internet pueda ser una herramienta eficaz para reducir las diferencias en el acceso a la información. Lo que hay que garantizar ahora es que el proyecto no quede en una infraestructura física, admirable pero poco utilizada, y que las nuevas generaciones de extremeños puedan aprovechar al máximo esta oportunidad de acceso a las nuevas tecnologías.