Los productores de electricidad por cogeneración cargarán la subida del gas en la tarifa

Las empresas que producen electricidad en régimen de cogeneración podrán repercutir la subida del gas en sus tarifas. Tras un ejercicio desastroso con pérdidas cercanas a 15.000 millones de pesetas para el conjunto del sector, las cogeneradoras catalanas se verán beneficiadas por esta medida, que figura en la Ley de Acompañamiento del Presupuesto de 2000.

El reflejo en la tarifa eléctrica de las oscilaciones del precio del gas natural -la energía primaria utilizada por las empresas cogeneradoras- se produce tras una larga negociación entre el Gobierno y el grupo parlamentario de CiU en el Congreso. El parlamentario nacionalista Heribert Padrol destacó ayer que el nuevo sistema de la tarifa eléctrica se llevará a la práctica tras una serie de modificaciones legales y decretos del Gobierno.

Padrol explicó que la nueva tarifa de las cogeneradoras representa para este sector una victoria parcial 'porque no se ha conseguido que desaparezca la exigencia a estas compañías de la cuota de autoconsumo del 30%'. Las compañías cogeneradoras se crearon precisamente con la idea de que pudieran destinar una gran parte de su producción eléctrica al consumo industrial y conseguir así un abaratamiento de los costes energéticos en sectores como el papelero o el textil. El tiempo ha demostrado que las previsiones de capacidad de las cogeneradoras habían sido excesivas y que resultaba mejor negocio vender la energía a la red de alta tensión que a las industrias más próximas. Así, lo que había empezado como un intento de abaratar los costes energéticos de la industria se convirtió en un negocio directamente eléctrico. Sin embargo, la subida del precio del gas natural a lo largo del año y la indexación respecto al dólar de esta energía primaria han acabado originando el colapso de las cogeneradoras.

La cogeneración se generalizó hace algunos años cuando diversos grupos industriales -entre ellos, compañías como La Seda y Fibracolor- construyeron junto a sus fábricas plantas para producir electricidad y vender sus excedentes a la red de alta tensión.