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SEGURIDAD ALIMENTARIA

La campaña oficial no frena la caída del consumo de ternera en hogares y colegios

El miedo al mal de las 'vacas locas' sigue desviando las preferencias hacia otros alimentos

Los hogares y los comedores colectivos, especialmente los colegios, han reducido este mes el consumo de carne a la mitad. El miedo no cede, pese a los mensajes tranquilizadores del Gobierno y los esfuerzos que están haciendo los establecimientos comerciales por identificar el origen del producto. El consumo se ha desviado claramente a otros alimentos. Mientras el precio del vacuno ha descendido en las lonjas un 35% en las tres últimas semanas, el del pollo, principal producto de sustitución, ha subido un 22%, según los últimos datos de que dispone el Ministerio de Agricultura.

Las principales industrias cárnicas de los mercados centrales reconocen que están procesando la mitad de vacuno de lo habitual, con mayor repercusión en los clientes de hipermercados y comedores colectivos que en carnicerías tradicionales y restaurantes. Y eso a pesar de que nunca el consumidor tuvo a su disposición tanta información sobre identificación de res, matadero y origen de la ganadería.El recuerdo de dos vacas locas detectadas hasta ahora en España está pesando más que los esfuerzos gubernamentales por demostrar que todo está bajo control. Estas hojas identificativas enviadas por algunos colegios a las asociaciones de padres no han evitado que éstos insistan en su petición de suprimir la carne en los comedores escolares. "A pesar de tener la certeza de la correcta procedencia de toda la carne de vaca que se consume en el colegio, para evitar cualquier riesgo a nuestros alumnos y para su mayor tranquilidad, hemos decidido suspender su consumo hasta que las autoridades competentes confirmen que no existe ningún riesgo", informaba una escuela británica en Madrid a las familias el 1 de diciembre.

Fernando Misú, responsable de una empresa distribuidora a comedores colectivos, lo confirma: "Al menos en el 50% de mis clientes han sido los padres los que han pedido que se suprima la carne".

El mensaje no cala "porque la gente no se fía", opina Mariano Gutiérrez, portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE). "Y la gente no se fía porque no se está dando una explicación clara y convincente. Haría falta un esfuerzo mayor hacia el ciudadano. No decir 'aquí no pasa nada', sino contar exactamente lo que pasa, con claridad y transparencia", recomienda Gutiérrez.

En el mismo sentido, el último eslabón en la industria cárnica, los carniceros, han pedido esta semana al Ministerio de Agricultura una nueva campaña de información. Consideran que la llevada a cabo por el Ministerio de Sanidad no sólo no disipó la deconfianza, sino que "induce a errores".

Los asiduos a la carne no parecen haber huido de sus restaurantes especializados, según confirma la asociación nacional de hosteleros. Algunos establecimientos no han dudado en colocar una hoja informativa a la entrada para tranquilizar al cliente sobre el origen de sus famosos asados.

La multinacional McDonald's tampoco reconoce en España una disminución de ventas, si bien a nivel europeo se estableció esta semana un descenso del 11%. "No ha habido un impacto notable, ni tampoco una desviación del consumo hacia otros productos", asegura Teresa Rincón, portavoz de la compañía. Por si acaso, McDonald's ha considerado necesario hacer una campaña que evite recelos dentro de sus propios establecimientos. "Hacemos hamburguesas y las hacemos bien", le explican al cliente en vídeo y por escrito. "La carne es cien por cien de vacuno. Las piezas se deshuesan a mano y proceden de mataderos y salas de despiece que cumplen con la normativa de la Unión Europea y española", detalla la multinacional.

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