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La Ley del Cine suprimirá en cinco años la cuota de proyección de filmes europeos

Las ayudas a películas españolas tendrán rango legal y se basarán en criterios objetivos

Amelia Castilla

Las ayudas a la promoción, el rango legal que se concede a las subvenciones para la producción de filmes y la desaparición en cinco años de la cuota de pantalla son los tres grandes principios que establece el anteproyecto de Ley de Fomento y Promoción de la Cinematografía y del Audiovisual que ayer aprobó el Consejo de Ministros. La nueva ley sustituye a la de 1994 y nace del consenso de todos los sectores de la industria. Distribuidores y productores acogieron con entusiamo la aprobación de la nueva normativa, que pasa ahora a debatirse en el Parlamento.

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Un viejo anhelo

Pilar del Castillo, ministra de Educación, Cultura y Deporte, compareció ayer, tras el Consejo de Ministros, para explicar las líneas maestras de la nueva Ley del Cine. El anteproyecto prevé la desaparición en un plazo de cinco años de la cuota de pantalla que obliga a exhibir una película europea por cada tres estadounidenses- desde la entrada en vigor de la ley, con lo que se homologa nuestra normativa a la existente en los países de la Unión Europea. De hecho, España es el único país de la UE que mantiene aún este sistema de cuota, en vigor desde 1941.La ministra aclaró que la desaparición de la cuota de pantalla no llega en un mal momento para la cinematografía española, pese a que el porcentaje sobre el total del mercado español haya descendido al 9,6%, cinco puntos menos que en 1999, frente a las producciones estadounidenses, que han copado el 82% del mercado. El hecho de que los últimos datos indiquen una bajada del consumo de cine español no significa que haya "una tendencia inequívoca".

A la hora de valorar el estado del cine español, según Pilar del Castillo, hay que evaluar también otras variantes, como el hecho de que se hayan realizado unas cuantas "óperas primas muy interesantes" o que "10 o 12 directores hayan irrumpido" con obras relevantes, la variedad del género y el aumento de las coproducciones.

Poca validez

"Si consideramos todo eso, no se puede decir que el cine español esté en retroceso", puntualizó Del Castillo, para quien la cuota de pantalla es un mecanismo de protección de la industria que "data de muy atrás" y que había que cambiar. La idea de la ministra es que las ayudas a la promoción y a la producción y la creación de un mercado interior europeo serán más efectivas que la actual cuota de pantalla. Hoy por hoy, "los efectos de la cuota a la hora de fomentar nuestra cinematografía tienen poca validez".Pese a los buenos deseos de la ministra, la cuota de pantalla será la gran espina de esta ley. El hecho de que desaparezca en un plazo de cinco años muestra, según sus palabras, que las convicciones de todos no son las mismas. "Hay apreciaciones subjetivas de algunos sectores afectados que no tienen por qué coincidir plenamente". Cinco años es un plazo suficiente como para que desaparezcan las incertidumbres y las inseguridades que plantea la desaparición de esta cuota, según la ministra. La medida no es nueva, puesto que ya se planteó durante el mandato de la ministra socialista Carmen Alborch. Para acabar con las incertidumbres, la norma eleva a rango de ley el sistema de ayudas y subvenciones a la producción, lo que permitirá no depender de cambios de Gobierno o de ministros e incluso de criterios y políticas.

La ley establece tres tipos de ayuda: las automáticas que se derivan de los beneficios que las películas obtienen en taquilla. Estas ayudas no podrán superar nunca el 50% del coste de la producción. Las subvenciones sobre proyectos dirigidas a nuevos realizadores, cortometrajes y guiones, y las ayudas a películas culturales o filmes experimentales, que podrán superar ese tanto por ciento. Los filmes publicitarios o calificados como X no recibirán ayudas públicas.

La ley establece también que el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales vele por la salvaguardia y difusión del patrimonio cinematográfico español mediante la conservación de copias de películas, fotografías, música, sonidos y guiones. Las obras beneficiarias de ayudas públicas deberán entregar una copia para su conservación a las filmotecas.

Para José María Otero, director general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, la nueva norma aparece en "un momento muy adecuado, ya que ha sido este año cuando los Gobiernos europeos han reiterado la necesidad de mantener las ayudas al cine.

En la misma línea se expresó Eduardo Campoy, presidente de los productores españoles, para quien la ley ayudará a "estabilizar la producción cinematográfica en los próximos años". También los distribuidores y exhibidores mostraron su apoyo a la norma.

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