Las tizas y las pizarras del universo experimental de Oteiza estrenan la galería de arte del Kursaal
Oteiza se manifiesta en estado primario. Muestra su territorio artístico más íntimo y menos divulgado. Oteiza 2000, la exposición que estrena hoy la sala Kubo del Kursaal donostiarra, exhibe 230 piezas de su laboratorio de tizas, reproducciones a pequeña escala con las que experimentó sobre sus creaciones. Una gran pizarra salpicada de poemas, sentencias, dibujos y fórmulas del artista y una selección de 88 esculturas componen el núcleo de la primera exposición individual de Oteiza en San Sebastián. La muestra estará abierta hasta el 28 de febrero.
Villalba, Balenciaga y Dalí
Jorge Oteiza (Orio, 1903) recorrió este miércoles la sala Kubo en una visita privada y "se detuvo a observar todas las piezas. Besó La unidad triple liviana, habló con algunas piezas del laboratorio y tomó una tiza con la que hizo unas marcas que después borró en la pizarra vacía" que ocupa uno de los fondos de la galería, comentó ayer Mariví Arcaya, directora de Kubo Kutxaespacio del Arte."No se puede visitar esta exposición con las manos en los bolsillos; es un espacio de trabajo y experimentación", aclaró Eulàlia Bosch, del grupo Gao de Barcelona, que ha colaborado en el montaje de la exposición. La sala Kubo Kutxaespacio del Arte, la nueva galería del Kursaal, "recrea la idea de taller" y trasciende del contenido puramente escultórico. Es un repaso de la trayectoria del "artista multiforme" desde una óptica inédita, dijo el comisario Iñaki Moreno Ruiz de Eguino.
Oteiza ha cedido las piezas que empleó durante su proceso creativo para investigar sobre la "metafísica del espacio y su universo hiperespacial". Así, explicó Arcaya, la galería se transforma en un "laboratorio de experimentación, un lugar de encuentro y de reflexión" que se redondea con los escritos, poemas, fórmulas y dibujos con que Oteiza ha ido modelando su pensamiento, Una de ellas dice así: "Yo he sido un violento de la paz, contra la violencia, contra la injusticia".
En la sala convergen tres colores que dividen otras tantas áreas. El blanco de las tizas, el negro de la pizarra y el rojo de Alzuza -localidad navarra donde se construye la sede de la Fundación Oteiza- que tiñe la entrada. Y como resultado de la experimentación, se exhiben 88 piezas escultóricas, la mayoría de las cuales ha sido cedida por la fundación, y el resto, por el Reina Sofía, el Bellas Artes bilbaíno, la Diputación de Guipúzcoa, el Bellas Artes de Álava y la colección de la Kutxa.
Nunca hasta hoy se había montado una exposición individual sobre Oteiza en San Sebastián. Esta ciudad "estaba en deuda", dijo ayer Juan Luis Urcola, director de Comunicación de la Kutxa. En 1934, en el antiguo Kursaal, Oteiza compartió exposición con Nicolás Lekuona y Narkis Balenciaga. Recientemente, una selección de sus mejores dibujos se han exhibido en la casa de cultura de Orio. La sala Kubo mostrará la faceta menos conocida del escultor guipuzcoano: "la personalidad dinámica, poderosa y siempre vigente", afirmó Urcola.
La exposición contiene las esculturas Adán y Eva (1931), la Figura comprometiéndose políticamente (1935), ambas de la etapa de Oteiza anterior a su viaje por Latinoamérica, la Unidad triple liviana (1950), que marcó la frontera hacia su "etapa experimental y cientifista", además de otras piezas cruciales (cubos, esferas y cilindros) para comprender su trayectoria artística.
Oteiza 2000 incluye un gran panel negro para "invitar al visitante a la experimentación", así como una sección con salas de audiovisual, lectura y documentación, y se organizarán excursiones a localidades guipuzcoanas donde figuran obras del creador.Urcola anunció que la de Oteiza es el anticipo de un calendario de exposiciones "diversas, innovadoras y de calidad", que harán de la sala Kubo "un referente a escala internacional". La directora de la nueva galería desveló que al año se programarán cuatro exposiciones, tanto producciones propias como ajenas que recorrenr los circuitos internacionales. La Kutxa está preparando una exposición sobre la obra Darío Villalba (San Sebastián, 1939) en la pintura, la fotografía y las nuevas tecnologías artísticas. En el verano de 2001 se abrirá una monográfica sobre el modisto Cristóbal Balenciaga y están barajando, con vistas a 2002, celebrar el Año Gaudí. También se contempla la posibilidad de montar una muestra sobre el desnudo en la pintura española.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.