Juan José Arenas niega haber plagiado el puente de Barcelona a Calatrava
El arquitecto acusó al ingeniero de copiar su obra
El ingeniero Juan José Arenas rechaza las acusaciones de plagio vertidas por el arquitecto Santiago Calatrava respecto al puente Puerta de Europa del puerto de Barcelona. En una entrevista publicada por EL PAÍS el 3 de diciembre, Calatrava dijo: "Me han copiado un puente. Un caso de jeta inmensa. Cualquiera que vea el proyecto que presentamos y ese puente sabrá reconocer de dónde han salido las ideas". Arenas dice ahora: "La acusación que Calatrava me ha hecho es impresentable y gravemente injuriosa. Por supuesto, su propuesta del puente barcelonés yo no la copiaría nunca. Pero es que ni siquiera la firmaría".
Clima de frivolidad
Juan José Arenas (Huesca, 1940), un ingeniero de sólida y brillante carrera, autor del puente sevillano de la Barqueta y reciente ganador de un concurso internacional para la construcción del Puente dei Congressi en Roma, razona la falta de fundamento que tienen, a su juicio, las declaraciones de Calatrava, quien le acusa de haber copiado el puente de la dársena que une dos muelles de Barcelona. "Nosotros ganamos legítimamente en 1997 el concurso de la autoridad portuaria de Barcelona con una solución de puente, fijo y móvil, que es básicamente idéntica a la que se ha construido. Se puede constatar cómo su concepción y hasta su mismo diseño final salen sin esfuerzo de la adaptación a la bocana, de 85 a 100 metros, que la autoridad portuaria nos acabó pidiendo. Un cambio de escala que lo ha hecho récord mundial entre los puentes móviles basculantes".El ingeniero Juan José Arenas recomienda la observación atenta del proyecto de puente de Barcelona que Santiago Calatrava presentó a concurso -publicado en el libro Santiago Calatrava, de Luca Molinari (Skyra, 1999)- y la comparación posterior con su obra: "Los tableros son de la misma tipología que el nuestro, con mástiles y tirantes en planos transversalmente inclinados, aunque, tras una aparente similitud formal, hay entre ellos diferencias importantes. Además, ese tramo móvil se apoya en pilas frágiles y huesudas, que son la antítesis de las nuestras. Y, por supuesto, nuestros viaductos de acceso nada tienen que ver con los de Calatrava. Su propuesta no sólo creo que no funciona en el plano resistente sino que, en mi modesta pero firme opinión, ni siquiera resulta estéticamente aceptable. Claro que, para mí, belleza y calidad resistente de los puentes son conceptos prácticamente paralelos, nunca independientes y, menos aún, divorciados".
El plagio en ingeniería tiene, según Juan José Arenas, características específicas. El ingeniero declara que su puente de la Barqueta, de Sevilla, ha sido reconstruido, "tal cual", en Taiwan, y "muy mal copiado" en Polonia. "Esto, claramente, es plagio. Sin embargo, en ingeniería casi nunca se habla de plagio. Todos los puentes atirantados resultan similares y algunos son casi idénticos a otros, pero nadie se considera plagiado por ello. Lo importante es entender y asimilar los elementos resistentes que se utilizan. En esta profesión, que ha puesto siempre el acento en los valores estructurales, se entiende que lo que da derecho a utilizar en un proyecto un mecanismo resistente es comprenderlo de verdad y responsabilizarse de ello".
Sin embargo, para el ingeniero, el peor rostro del plagio es otro: "Más que verse imitado, molesta sentirse malcopiado. Hoy tenemos en España algún puente con forma de pájaro y fuera de nuestras fronteras se están construyendo puentes muy absurdos. Él puede tomarlo como un mérito, pero la figura de Calatrava, que deslumbra a mucha gente, tiene bastante que ver con ese clima de frivolidades. Por eso es tan necesario volver a respetar la racionalidad".Juan José Arenas se muestra especialmente indignado, por último, ante las formas despectivas que, en su opinión, utilizó su colega: "Entre mis numerosos defectos no está el de comportarme como un jeta sino, más bien, al revés. Lo sabe mucha gente que me ha visto siempre responsabilizándome a tope de mi trabajo. Me importa mucho la estética y el paisaje, que son al final cultura para la gente, pero sobre bases sólidas. He investigado un montón en estructuras y nadie ha tenido nunca que recalcular mis proyectos. Nunca he presentado propuestas inconstruibles que, esas sí, dan lugar a cien cambios e inflan los presupuestos de mala manera. Al final, tengo que interpretar la acusación de Calatrava como un elogio: tanto le ha gustado el puente que hemos construido en el puerto de Barcelona que lo querría suyo. Y tiene razón, porque es magnífico".
Babelia
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